Vuelvo a pegar una entrada de hace tiempo en el intermedio de un doblete:
"Síndrome del residente saliente de guardia. A propósito de 3.200 casos nuevos al año.
NOTAS CLINICAS
Síndrome del residente saliente de guardia. A propósito de 3.200 casos nuevos al año.
Doctor Frank de Copenhagen
Centro Universitario T.B.O.
Departamento de Inventos Caseros
Palabras clave : Residente. Guardia R1. ”Que yo pago”.
INTRODUCCION:
En los últimos años se ha descrito un aumento de la prevalencia de un raro síndrome que hemos denominado Síndrome del residente saliente de guardia (SRSG). Este síndrome aglutina una serie de signos y síntomas que afecta curiosamente a un determinado grupo de la población médica.
Se realizó un estudio a quíntuple ciego (los investigadores debían de llevar encima 5 o más copas) y se seleccionaron dos grupos. Comparamos un grupo formado por médicos que habían superado el examen MIR y se encontraban realizando la residencia, con otro formado por adjuntos con
plaza en propiedad. Se observó que el SRSG sólo se manifestaba en el primer grupo del estudio, encontrándose diferencias estadísticamente significativas entre ambos grupos con una p<0,000000000001.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS:
La enfermedad tiene una prevalencia desconocida, pero con una incidencia que ronda los 3.200 nuevos casos al año. Este síndrome se comienza a objetivar tras periodos prolongados de guardia (preferentemente de puerta) a partir de las 36 horas de permanecer en la sala de urgencias. La edad de aparición del SRSG oscila entre los 24 y los 40 años (aunque de todo puede existir en la viña del señor) y su duración varía entre los 3 y los 5 años (dependiendo de la especialidad del sujeto). Su diagnóstico es exclusivamente clínico y no necesita pruebas complementarias.
Los criterios aceptados para el diagnóstico clínico de los casos de SRSG son los siguientes:
1. Criterios mayores:
Nistagmus.
Bradipsiquia.
Distensión abdominal.
Meteorismo.
Retención urinaria.
Ataxia
Deterioro cognitivo leve-moderado.
Halitosis franca (tres cruces por lo menos).
Temblor intencional y de reposo (acentuado con los sonidos emitidos por el «busca» del compañero de habitación).
Priapismo (más objetivable en el varón).
Crisis de hipoglucemia, con reacciones secundarias de polifagia.
2. Criterios menores:
Cabellos seborreícos con orientación anárquica en los tres planos del espacio.
Enrojecimiento conjuntival.
Irritabilidad y labilidad emocional (lágrimas de felicidad al ver al compañero que te coge la guardia).
Extraños tatuajes faciales, sobre todo en la región malar, con leyendas tipo «INSALUD» o «Hospital Universitario de...».
Hipertricosis facial en el varón.
Globo vesical en mayor o menor grado.
Ictericia generalizada.
Edemas de miembros inferiores, que en ocasiones impiden la adecuada extracción del zueco.
TRATAMIENTO Y PRONOSTICO:
La enfermedad no tiene tratamiento y parece curar al pasar el paciente del primer al segundo grupo de estudio. Se está investigando si la lobotomía frontotemporal y la orquiectomía son útiles como tratamiento paliativo del complejo síndrome, pero todavía los resultados son contradictorios.
Como única secuela la enfermedad deja un complejo «Síndrome de Estocolmo-Like» en la cual el paciente no para de repetir: «la guardia no fue tan mala», «qué bueno está el café de la máquina» «qué bien se portó conmigo el hospital».
En algunos pacientes puede aparecer lo que se denomina «estatus del residente arrefléxico-perezoso» en la que a pesar de haber acabado su tumo de guardia hace más de 4 horas, el sujeto todavía anda peregrinando por el hospital hablando con todo el que se encuentra, desde personal paramédico a pacientes despistados que le paran para preguntar dónde se encuentra el servicio de urodinámica.
El diagnóstico precoz del SRSG no disminuye la morbilidad inmediata pero ya se sabe... «mal de muchos, consuelo de tontos».
BIBLIOGRAFÍA SELECCIONADA:
1. Pitt B, Cruise T, Gere R. El Rl solo ante el peligro, como factor riesgo cerebrovascular. Stroke 1995; 26: 1935-40.
2. Thompson. Ender and DHS. El EKG: ese gran desconocido. Clin orthopedics 1999: 43: 1150-
3. Tinto P. Cuidados paliativos para un adjunto que se escara durante una guardia. Mayo Clin Proc 1998: 64:583.
4. Delgado PJ. Resident out of guard syndrom: from the lost to the river. N Engl J Med 1999; 328: 393-8.
5. Clinton B. Levinski M. El adjunto localizado: le llamo o no le llamo. Protocolo de acción a las 3 de la madrugada. El Jueves 1999."
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lunes, 25 de octubre de 2010
sábado, 23 de octubre de 2010
Dedicado a los Míricos
Mucho ánimo que al final todo llega y todo pasa:
No sé si funcionará, peor me parece una muy buena idea...
No sé si funcionará, peor me parece una muy buena idea...
Trabajo en Equipo:
Es algo deseable, pero a veces uno no tiene muy claro que significa exactamente ese término. Para mí, trabajar en equipo, significa que si hay un reparto de tareas puedo confiar en lo que hace el de al lado, tanto como si lo hubiese hecho yo misma. Significa trabajar para conseguir un fin que es mucho más que la suma de unas pocas partes. Es tener una mano al lado que te ayuda en lo que no sabes. Es ayudar al que tienes al lado, cuando sabes que tú en su lugar lo necesitarías.
El trabajo en equipo permite logros inalcanzables desde un esfuerzo individual, y enriquece al grupo y al indivuduo.
Y yo me pregunto...¿Qué es para vosotros trabajar en equipo? ¿Que hace falta para coordinar un equipo? ¿Como se debe motivar al grupo?
El trabajo en equipo permite logros inalcanzables desde un esfuerzo individual, y enriquece al grupo y al indivuduo.
Y yo me pregunto...¿Qué es para vosotros trabajar en equipo? ¿Que hace falta para coordinar un equipo? ¿Como se debe motivar al grupo?
martes, 19 de octubre de 2010
Atención Primaria
No os lo había contado, pero este mes estoy rotando por atención primaria. Si he de ser sincera, es una rotación que intenté evitar a toda costa. No es que no me guste la primaria, me encanta la medicina, pero no acababa de ver en que podía ser útil a mi formación quirúrgica. Eso y el tema de que me ha tocado un centro que pilla a unos 15 minutos andando de la parada de cercanías más cercana (que a su vez está a una media hora de casa). Lo intenté todo, hasta pedí una rotación con el Samur, pero oye, no coló. Así que ahí estoy, en primaria. Y al final pasa como cuando uno sale de fiesta sin ganas, casi por compromiso, que te sorprendes volviendo a casa a las 6 de la mañana después de una fiesta increíble. Y hombre, tampoco voy a decir que sea la mejor diversión de mi vida, pero es bonito, y porque no decirlo, bastante gratificante.
Es una especialidad que te permite involucrarte tanto como quieras en el tratamiento del paciente. Bueno, como quieras y como el tiempo te deje (que a 6 minutos por paciente a veces no es fácil). No existe la opción de decir “de lo mío nada”. Así que el paciente venga por un dolor de muelas y te acabe pidiendo recetas para el reuma de la abuela, te lo comes con patatas. Si es un paciente, es tuyo. Nada de frases como: “el paciente no presente patología quirúrgica en el momento actual…” El poyaque está a la orden del día… (Por si alguien no conoce este término, repasar la entrada: (http://alandarsehaceelcamino.blogspot.com/2010/01/el-manual-del-buen-cartillero-modos-y.html)
Permite una visión integral del paciente y de sus circunstancias. Familia, antecedentes personales (si le recetaste una pomada para las hemorroides hace 15 años el ordenador te dirá cual es, lo sabe todo), patología concomitante…
Lo peor, es el mal uso que muchos pacientes hacen de la primaria. A veces tengo la sensación de ser cajera de un súper (con todos mis respetos para los cajeros), me explico, la gente a veces no viene a que les valores, vienen a por las recetas rojas, o las verdes o a que les des la baja para tanto tiempo. En plan coja lo que quiera y pase aquí a por sellarlo. Ya puedes estar hablándole a un paciente de su enfermedad terminal que otro puede interrumpirte y con mala educación decirte que lleva media hora esperando y que tiene cosas que hacer, pues que se vayan a hacerlas, que tan mal no estarán… Y es que educar también es parte de la primaria.
Lo mejor la confianza que los pacientes depositan en “El Médico”, su médico de toda la vida, que es el que les conoce desde siempre y sabe lo que es bueno para ellos.
En fin, como siempre he tenido suerte con las personas con las que me ha tocado trabajar. Mi tutora es un encanto, y hasta cuando se fue de congreso me tocó con otro adjunto que en cuanto a forma de trabajar, se parece bastante a mi padrino de promoción, al que adoro por haberme enseñado casi toda la medicina que sé.
En fin, que echo de menos la sangre, pero no suprimiría esta rotación del programa, porque me está dando una visión que nunca podría tener desde otro ángulo y creo que me está haciendo mejor médico, y ser mejor médico es ser mejor cirujano.
Es una especialidad que te permite involucrarte tanto como quieras en el tratamiento del paciente. Bueno, como quieras y como el tiempo te deje (que a 6 minutos por paciente a veces no es fácil). No existe la opción de decir “de lo mío nada”. Así que el paciente venga por un dolor de muelas y te acabe pidiendo recetas para el reuma de la abuela, te lo comes con patatas. Si es un paciente, es tuyo. Nada de frases como: “el paciente no presente patología quirúrgica en el momento actual…” El poyaque está a la orden del día… (Por si alguien no conoce este término, repasar la entrada: (http://alandarsehaceelcamino.blogspot.com/2010/01/el-manual-del-buen-cartillero-modos-y.html)
Permite una visión integral del paciente y de sus circunstancias. Familia, antecedentes personales (si le recetaste una pomada para las hemorroides hace 15 años el ordenador te dirá cual es, lo sabe todo), patología concomitante…
Lo peor, es el mal uso que muchos pacientes hacen de la primaria. A veces tengo la sensación de ser cajera de un súper (con todos mis respetos para los cajeros), me explico, la gente a veces no viene a que les valores, vienen a por las recetas rojas, o las verdes o a que les des la baja para tanto tiempo. En plan coja lo que quiera y pase aquí a por sellarlo. Ya puedes estar hablándole a un paciente de su enfermedad terminal que otro puede interrumpirte y con mala educación decirte que lleva media hora esperando y que tiene cosas que hacer, pues que se vayan a hacerlas, que tan mal no estarán… Y es que educar también es parte de la primaria.
Lo mejor la confianza que los pacientes depositan en “El Médico”, su médico de toda la vida, que es el que les conoce desde siempre y sabe lo que es bueno para ellos.
En fin, como siempre he tenido suerte con las personas con las que me ha tocado trabajar. Mi tutora es un encanto, y hasta cuando se fue de congreso me tocó con otro adjunto que en cuanto a forma de trabajar, se parece bastante a mi padrino de promoción, al que adoro por haberme enseñado casi toda la medicina que sé.
En fin, que echo de menos la sangre, pero no suprimiría esta rotación del programa, porque me está dando una visión que nunca podría tener desde otro ángulo y creo que me está haciendo mejor médico, y ser mejor médico es ser mejor cirujano.
miércoles, 6 de octubre de 2010
La paciente verde
Doce de la noche, en nuestra sala de espera de urgencias una mujer de unos 80 años de color verde. Creo que no debo hacer tantas guardias seguidas (pienso mentalmente mientras recuerdo el capítulo de los Simpson en que el señor Burns se veía radiactivo) paso a otro paciente que iba antes para comprobar si al rato se me pasa la alucinación que estoy teniendo. Tantos años de estudio tirados por la borda, y ahora voy y pierdo la cabeza… ya la podía haber perdido antes…
10 minutos y dos pacientes más tarde sigo viéndola igual de verde. Llega su turno. Pasa con la que dice ser su hija.
- Verán doctoras, he llegado a casa y me la he encontrado así, la he traído corriendo…
- Bueno hija, cuéntenos que le ha pasado…
- Pues verán, estaba yo jugando al parchís, cuando me he acordado de la mermelada que estaba haciéndose al baño María, y claro, he ido a quitarla… He debido dejarla demasiado tiempo porque ha estallado el bote y me ha salpicado todo el agua…
- ¿Y qué era, de manzana?
- No, es que me he echado pasta de dientes, que dijeron en la tele que iba mu bien pa las quemaduras. Pero ya ve, que mi hija se ha asustado…
- Bueno, al menos habrá ganado la partida, ¿no?
- Pues que va hija, si la Encarna se ha asustao y ha salido corriendo…
- No se preocupe, mujer, que todos lo hemos hecho alguna vez esto de la pasta de dientes, pero por si acaso le vuelve a pasar (que esperemos que no), mejor agua…
Buenísima la señora, espero que ganara la partida, porque se lo había merecido del todo…
10 minutos y dos pacientes más tarde sigo viéndola igual de verde. Llega su turno. Pasa con la que dice ser su hija.
- Verán doctoras, he llegado a casa y me la he encontrado así, la he traído corriendo…
- Bueno hija, cuéntenos que le ha pasado…
- Pues verán, estaba yo jugando al parchís, cuando me he acordado de la mermelada que estaba haciéndose al baño María, y claro, he ido a quitarla… He debido dejarla demasiado tiempo porque ha estallado el bote y me ha salpicado todo el agua…
- ¿Y qué era, de manzana?
- No, es que me he echado pasta de dientes, que dijeron en la tele que iba mu bien pa las quemaduras. Pero ya ve, que mi hija se ha asustado…
- Bueno, al menos habrá ganado la partida, ¿no?
- Pues que va hija, si la Encarna se ha asustao y ha salido corriendo…
- No se preocupe, mujer, que todos lo hemos hecho alguna vez esto de la pasta de dientes, pero por si acaso le vuelve a pasar (que esperemos que no), mejor agua…
Buenísima la señora, espero que ganara la partida, porque se lo había merecido del todo…
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