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martes, 28 de diciembre de 2010

lunes, 27 de diciembre de 2010

Jerarquía: Las dos caras de la verdad

Así es como define la RAE la palabra Jerarquía:

"Gradación de personas, valores o dignidades."

La jerarquía es una necesidad en determinados trabajos, uno de los mejores ejemplos es el mío. Sin profesionales asumiendo diversos niveles de responsabilidad en función de sus capacidades y experiencia, sería muy difícil hacer que las cosas funcionaran como deben.



La jerarquía, si funciona bien, es una pirámide, en la que los escalones más bajos, son también los más amplios, y dan sustentación a los que se elevan por encima de ellos. También son necesarios para alcanzar niveles superiores. Cuánto más robusta sea la base, más alto podrá elevarse el edificio. Sin niveles superiores la estructura está incompleta, y hay ciertas necesidades que se quedan sin cubrir. Llegar a la cima de la pirámide significa haber pasado antes por cada uno de los escalones que la sostienen. Hay vistas que no pueden apreciarse desde abajo.

Por otra parte, estar arriba significa poder confiar en los cimientos sobre los que te estás apoyando. Para poder hacer bien tu trabajo en la base es preciso que cuando pidas un vistazo desde niveles superiores quien te lo da, vea lo mismo que tu ves, y un poco más (a veces mucho más). Para que la cosas funcionen debe haber trabajo en equipo, esa musicalidad que hace que la melodía sea armónica.

El peligro de la jerarquía, es el hecho de que establecer niveles puede hacer que se pierda la conciencia de equipo. Estar colocados según gradación, como dice la RAE, puede hacer que unos piensen que no son dignos de hacer determinados trabajos o que otros tomen responsabilidades que no les correspondan. Normalmente, la cosa pasaría a ser así:



O sea, que en resumidas cuentas, y siempre desde mi punto de vista (parcial, y seguramente erróneo en muchas cosas, porque nunca he visto la pirámide desde arriba), la jerarquía, es una buena forma de trabajar, si se hace en equipo.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Welcome to the Jungle

Guardia horrible de cirugía:

He llegado a casa totalmente rota después de una guardia de no dormir y con la sensación de estar a ratos dándome de cabezazos contra un muro.

Una noche para no repetir, de esas que te hacen plantearte la cantidad de gilipolleces por las que nos preocupamos diariamente.

Es una de esas noches en las que una crece un poco, y repaso mentalmente todo lo que pude hacer mejor.

El resto no está en mi mano, el que quiera entender, que entienda...

martes, 21 de diciembre de 2010

Feliz Navidad: Nuevos tiempos

Esta es de las mejores felicitaciones que he recibido en el correo en esta Navidad. Si os digo quien me la envía no os lo creéis. El caso, es que quería compartirla con todo aquel que pase por aquí en estos días. Gracias por acompañarme un año más:

martes, 14 de diciembre de 2010

No somos guardia-civiles

Os cuento algo que pasó en una guardia, y que he escrito como anécdota para un concurso de "resistentes" a ver que os parece:

Justo antes de irnos a cenar, el Samur trae a un chico por una agresión, bajo los efectos del alcohol y cocaína. Bastante agitado. Viene con una herida inciso-contusa. A voces, nos intenta convencer de que él es buena persona y que su abuelo es guardia civil y ya veremos cómo le llame… 15 minutos de conversación, para explicarle, que yo sólo estoy allí para curarle la herida, y que no tiene que convencerme de nada.
-Mira: “No somos guardias civiles, ni policías. Somos médicos. Estoy aquí para cuidar de ti.
- Bueno guapa, pos confío en ti, logo cuando salgamos, te invito a unas cañas…
- Lo que tú quieras, pero déjame que te cosa…
Total, que ya iba a ello, cuando aparecen dos de mis adjuntos de guardia por el box. Altos, cuadrados y vestidos de verde…
-“¡Me habías dicho que no eráis guardia civiles!¡ Me has engañado!¡Yo me voy de aquí, que me queréis torturar…!”
- A ver quien le convencía ahora…

sábado, 27 de noviembre de 2010

La cirugía... ¿Sigue siendo cosa de hombres?

Por supuesto que no opino así, y de hecho (siempre desde mi punto de vista), de todos los adjuntos de mi hospital, el que tiene mayor ojo clínico, y mejor conoce en profundidad a cada paciente es una mujer.

Sin embargo, hay adjuntos mayores o jefes que no quieren mujeres en sus servicios (por raro que parezca no me lo invento), y en los cursos de cirugía (en España) los ponentes suelen ser mayoritariamente varones. La mayoría de los jefes de servicio o catedráticos en cirugía también lo son (o esa es la impresión que yo tengo hasta ahora).

Y yo me planteo ¿Es el hecho de ser mujer una desventaja para llegar a puestos de mando dentro de esta profesión? Como comprenderéis en estos momentos de mi vida no es algo que me preocupe, pero sí me ha llamado la atención y dejo abierto el debate.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Curso Hernias


Hace un rato acabo de llegar de la segunda parte del curso de hernias que organiza la Asociación Española de Cirujanos. La verdad es que ha estado bastante bien. En principio, cuando elegí la especialidad, no era una patología que me llamase especialmente la atención. Un día, saliente de guardia, vi que se operaba una eventración gigante, y pedí permiso para lavarme con mis adjuntos, así que me quedé. Acababa de pasar el verano, y aún no sabía que el más docente de todos mis adjuntos es el que lleva la sección de pared. Como profesor es muy bueno, no se limita a operar o a preguntarte, te explica el porqué de cada gesto que hace, y tiene bastante paciencia con los jóvenes. La verdad es que cada uno es el mejor en algo, ya os iré contando en qué, si es que viene al caso.

La anatomía del canal inguinal es una de las cosas que más veces me he estudiado desde que empecé la carrera, y tenía anatomía como asignatura. No por ello es un tema en el que me sienta segura. Seguro que hay entre mis lectores alguno que lo entienda. El caso es que me ha gustado, y venía a casa con ganas de tomarme un zumo de melocotón o piña (es un ritual que suelo hacer antes de entrar en quirófano) y ponerme al lado de uno de mis adjuntos a operar una hernia. Directas, Indirectas, Mixtas o en pantalón, Crurales, Obturatrices (estas no, que suelen ser urgencias quirúrgicas)… Y practicar alguna de las 7 técnicas que me han enseñado esta tarde…

Mi opinión después de todas estas charlas, es que como dice uno de los grandes, si es difícil lo estás haciendo mal, y en esto la que me parece más fácil de todas las técnicas es la que más veces he visto hacer, la técnica de Lichtenstein o como segunda opción Rutkow para la vía anterior.



Cuestionables las reparaciones anatómicas para varones jóvenes, Shouldice por ejemplo. Por vía posterior, me ha encantado el TEP, que casí no había visto hacer antes, y otra opción es Nyhus. Stoppa y TAAP no son técnicas que elegiría como primera opción, aunque Stoppa en recidivas y manos con muchos conocimientos anatómicos puede ser buena opción. En general ese es el orden por el que elegiría cada técnica después de las charlas de hoy, aunque bueno, como se ha visto cada una tiene sus indicaciones…



Me ha llamado la atención el debate que se ha establecido sobre el tipo de anestesia (será porque ahora estoy rotando por allí), pero parece ser que la MBE demuestra que la mejor opción es anestesia local y sedación, y sin embargo, lo que más se utiliza en España son técnicas raquídeas. En este punto hemos visto como jefes de servicio de algunos hospitales podían ser tratados como R1, por el moderador, que le ha dado mucha vidilla al asunto, haciéndonos reír, mantener la atención y pasar un buen rato.
En fin, otra de las cosas que me han dado ganas de hacer es leer más sobre el tema, y revisar las estadísticas de mi hospital, a ver que estamos haciendo: Índice de recidivas, neuralgias, complicaciones post-cirugía en general y ya que estamos también complicaciones post-anestésicas según la técnica empleada. Tipos de mallas, hay tantos temas interesantes dentro de esta patología que se puede enfocar de mil maneras.

Creo que una de las cosas que más me gustan de esta cirugía es que los resultados son físicamente evidentes. Puedes operar vísceras, pero después a la vista lo que queda es la cicatrización de la pared. La cirugía de pared, es en parte estética aunque ese no sea su principal objetivo.

En fin, que como cuando uno sale de casa sin ganas y acaba pasándolo bien, yo he descubierto en el tema de la pared algo que puede ser apasionante. O puede que sea sólo porque me gusta todo dentro de la cirugía…

martes, 9 de noviembre de 2010

Cirugía en atención primaria

Tengo que preparar una sesión para atención primaria, como parte de la rotación que ya he terminado. Mi duda es de que hacerlo... ¿Qué puedo contarles a los médicos de familia sobre temas quirúrgicos que les pueda ser útil en la práctica clínica? Se aceptan sugerencias...

El lado oscuro del quirófano


Así es, estoy rotando en el lado alejado de los focos, del público, del glamour del cirujano. En ese sitio en el que el éste se convierte en tu peor enemigo, y sólo te echa un vistazo cuando considera que el paciente "no está bien relajado". Ese sitio en el que si lo haces todo bien, debes ser invisible, pues del anestesista es la labor de hacer la vida más fácil a su colega del cuchillo del otro lado de la mesa, sin que éste se entere de su presencia.

De momento he pasado 4 días al otro lado, y de nuevo me vuelto a sentir tan inútil como cuando llegué (o más). Y es que me ha costado un rato aprender algo tan simple como enchufar un suero y que caiga… Si no es la llave de arriba es la de abajo, o la primera vez, que se me olvidó cerrar la llave de tres pasos y no paraba de salir suero, y claro, así como que era más difícil de conectar. Total, que ya les he ido diciendo a las enfermeras que me avisen para sondar y coger todas las vías que pueda, que es algo en lo que debería tener cierta soltura que no tengo.

Por suerte, estoy dando con gente con ganas de enseñar, alguno especialmente docente, así que tengo que darles la razón, como siempre, a mis erres mayores, que ya me dijeron que era una rotación de las mejores, y espero sentirme un poco menos inútil cuando acabe. De momento, sufro cuando las constantes no están donde deberían y me intranquiliza que empiecen a sonar alarmas que no puedo manejar mientras noto como se me afilan los colmillos cual vampiro cuando me llega el olor de la sangre del lado luminoso de la fuerza. Y es que los instintos, es algo contra lo que uno no puede luchar.

Os seguiré contando…

martes, 2 de noviembre de 2010

¿Quién se despierta primero?

Estoy saliente de una guardia que sin ser muy estresante, no ha sido nada aburrida. Y sin embargo, además de repasar mentalmente la última cirugía, que es algo que siempre hago y que no puedo evitar, me viene a la cabeza recurrentemente una pregunta que me hicieron anoche y que no quiero dejar de compartir con vosotros, a ver que opináis (hay que mojarse).

Pongamos un hipotético caso en el que en una noche de guardia estuvieran un R1 de familia en la puerta, un R1 de cirugía en la primera llamada y un R1 de rayos. Una vez explorado e historiado correctamente el paciente a la vista de las pruebas complementarias pertinentes (excluido TAC si es necesario) a los tres les parece que el paciente puede tener patología quirúrgica urgente y que es necesaria una prueba de imagen. ¿Qué adjunto se despierta primero? ¿Por qué? ¿Cuál es la secuencia lógica?

Espero opiniones antes de dar la mía. Por cierto, un saludo para el rubio de ojos azules más guapo del equipo de digestivo ;)

lunes, 25 de octubre de 2010

Síndrome del residente saliente de guardia.

Vuelvo a pegar una entrada de hace tiempo en el intermedio de un doblete:

"Síndrome del residente saliente de guardia. A propósito de 3.200 casos nuevos al año.
NOTAS CLINICAS

Síndrome del residente saliente de guardia. A propósito de 3.200 casos nuevos al año.

Doctor Frank de Copenhagen
Centro Universitario T.B.O.
Departamento de Inventos Caseros

Palabras clave : Residente. Guardia R1. ”Que yo pago”.


INTRODUCCION:

En los últimos años se ha descrito un aumento de la prevalencia de un raro síndrome que hemos denominado Síndrome del residente saliente de guardia (SRSG). Este síndrome aglutina una serie de signos y síntomas que afecta curiosamente a un determinado grupo de la población médica.

Se realizó un estudio a quíntuple ciego (los investigadores debían de llevar encima 5 o más copas) y se seleccionaron dos grupos. Comparamos un grupo formado por médicos que habían superado el examen MIR y se encontraban realizando la residencia, con otro formado por adjuntos con
plaza en propiedad. Se observó que el SRSG sólo se manifestaba en el primer grupo del estudio, encontrándose diferencias estadísticamente significativas entre ambos grupos con una p<0,000000000001.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS:

La enfermedad tiene una prevalencia desconocida, pero con una incidencia que ronda los 3.200 nuevos casos al año. Este síndrome se comienza a objetivar tras periodos prolongados de guardia (preferentemente de puerta) a partir de las 36 horas de permanecer en la sala de urgencias. La edad de aparición del SRSG oscila entre los 24 y los 40 años (aunque de todo puede existir en la viña del señor) y su duración varía entre los 3 y los 5 años (dependiendo de la especialidad del sujeto). Su diagnóstico es exclusivamente clínico y no necesita pruebas complementarias.

Los criterios aceptados para el diagnóstico clínico de los casos de SRSG son los siguientes:

1. Criterios mayores:


Nistagmus.
Bradipsiquia.
Distensión abdominal.
Meteorismo.
Retención urinaria.
Ataxia
Deterioro cognitivo leve-moderado.
Halitosis franca (tres cruces por lo menos).
Temblor intencional y de reposo (acentuado con los sonidos emitidos por el «busca» del compañero de habitación).
Priapismo (más objetivable en el varón).
Crisis de hipoglucemia, con reacciones secundarias de polifagia.

2. Criterios menores:


Cabellos seborreícos con orientación anárquica en los tres planos del espacio.
Enrojecimiento conjuntival.
Irritabilidad y labilidad emocional (lágrimas de felicidad al ver al compañero que te coge la guardia).
Extraños tatuajes faciales, sobre todo en la región malar, con leyendas tipo «INSALUD» o «Hospital Universitario de...».
Hipertricosis facial en el varón.
Globo vesical en mayor o menor grado.
Ictericia generalizada.
Edemas de miembros inferiores, que en ocasiones impiden la adecuada extracción del zueco.

TRATAMIENTO Y PRONOSTICO:

La enfermedad no tiene tratamiento y parece curar al pasar el paciente del primer al segundo grupo de estudio. Se está investigando si la lobotomía frontotemporal y la orquiectomía son útiles como tratamiento paliativo del complejo síndrome, pero todavía los resultados son contradictorios.

Como única secuela la enfermedad deja un complejo «Síndrome de Estocolmo-Like» en la cual el paciente no para de repetir: «la guardia no fue tan mala», «qué bueno está el café de la máquina» «qué bien se portó conmigo el hospital».

En algunos pacientes puede aparecer lo que se denomina «estatus del residente arrefléxico-perezoso» en la que a pesar de haber acabado su tumo de guardia hace más de 4 horas, el sujeto todavía anda peregrinando por el hospital hablando con todo el que se encuentra, desde personal paramédico a pacientes despistados que le paran para preguntar dónde se encuentra el servicio de urodinámica.

El diagnóstico precoz del SRSG no disminuye la morbilidad inmediata pero ya se sabe... «mal de muchos, consuelo de tontos».

BIBLIOGRAFÍA SELECCIONADA:

1. Pitt B, Cruise T, Gere R. El Rl solo ante el peligro, como factor riesgo cerebrovascular. Stroke 1995; 26: 1935-40.
2. Thompson. Ender and DHS. El EKG: ese gran desconocido. Clin orthopedics 1999: 43: 1150-
3. Tinto P. Cuidados paliativos para un adjunto que se escara durante una guardia. Mayo Clin Proc 1998: 64:583.
4. Delgado PJ. Resident out of guard syndrom: from the lost to the river. N Engl J Med 1999; 328: 393-8.
5. Clinton B. Levinski M. El adjunto localizado: le llamo o no le llamo. Protocolo de acción a las 3 de la madrugada. El Jueves 1999."

sábado, 23 de octubre de 2010

Dedicado a los Míricos

Mucho ánimo que al final todo llega y todo pasa:







No sé si funcionará, peor me parece una muy buena idea...

Trabajo en Equipo:

Es algo deseable, pero a veces uno no tiene muy claro que significa exactamente ese término. Para mí, trabajar en equipo, significa que si hay un reparto de tareas puedo confiar en lo que hace el de al lado, tanto como si lo hubiese hecho yo misma. Significa trabajar para conseguir un fin que es mucho más que la suma de unas pocas partes. Es tener una mano al lado que te ayuda en lo que no sabes. Es ayudar al que tienes al lado, cuando sabes que tú en su lugar lo necesitarías.




El trabajo en equipo permite logros inalcanzables desde un esfuerzo individual, y enriquece al grupo y al indivuduo.

Y yo me pregunto...¿Qué es para vosotros trabajar en equipo? ¿Que hace falta para coordinar un equipo? ¿Como se debe motivar al grupo?

martes, 19 de octubre de 2010

Atención Primaria

No os lo había contado, pero este mes estoy rotando por atención primaria. Si he de ser sincera, es una rotación que intenté evitar a toda costa. No es que no me guste la primaria, me encanta la medicina, pero no acababa de ver en que podía ser útil a mi formación quirúrgica. Eso y el tema de que me ha tocado un centro que pilla a unos 15 minutos andando de la parada de cercanías más cercana (que a su vez está a una media hora de casa). Lo intenté todo, hasta pedí una rotación con el Samur, pero oye, no coló. Así que ahí estoy, en primaria. Y al final pasa como cuando uno sale de fiesta sin ganas, casi por compromiso, que te sorprendes volviendo a casa a las 6 de la mañana después de una fiesta increíble. Y hombre, tampoco voy a decir que sea la mejor diversión de mi vida, pero es bonito, y porque no decirlo, bastante gratificante.

Es una especialidad que te permite involucrarte tanto como quieras en el tratamiento del paciente. Bueno, como quieras y como el tiempo te deje (que a 6 minutos por paciente a veces no es fácil). No existe la opción de decir “de lo mío nada”. Así que el paciente venga por un dolor de muelas y te acabe pidiendo recetas para el reuma de la abuela, te lo comes con patatas. Si es un paciente, es tuyo. Nada de frases como: “el paciente no presente patología quirúrgica en el momento actual…” El poyaque está a la orden del día… (Por si alguien no conoce este término, repasar la entrada: (http://alandarsehaceelcamino.blogspot.com/2010/01/el-manual-del-buen-cartillero-modos-y.html)

Permite una visión integral del paciente y de sus circunstancias. Familia, antecedentes personales (si le recetaste una pomada para las hemorroides hace 15 años el ordenador te dirá cual es, lo sabe todo), patología concomitante…

Lo peor, es el mal uso que muchos pacientes hacen de la primaria. A veces tengo la sensación de ser cajera de un súper (con todos mis respetos para los cajeros), me explico, la gente a veces no viene a que les valores, vienen a por las recetas rojas, o las verdes o a que les des la baja para tanto tiempo. En plan coja lo que quiera y pase aquí a por sellarlo. Ya puedes estar hablándole a un paciente de su enfermedad terminal que otro puede interrumpirte y con mala educación decirte que lleva media hora esperando y que tiene cosas que hacer, pues que se vayan a hacerlas, que tan mal no estarán… Y es que educar también es parte de la primaria.

Lo mejor la confianza que los pacientes depositan en “El Médico”, su médico de toda la vida, que es el que les conoce desde siempre y sabe lo que es bueno para ellos.

En fin, como siempre he tenido suerte con las personas con las que me ha tocado trabajar. Mi tutora es un encanto, y hasta cuando se fue de congreso me tocó con otro adjunto que en cuanto a forma de trabajar, se parece bastante a mi padrino de promoción, al que adoro por haberme enseñado casi toda la medicina que sé.

En fin, que echo de menos la sangre, pero no suprimiría esta rotación del programa, porque me está dando una visión que nunca podría tener desde otro ángulo y creo que me está haciendo mejor médico, y ser mejor médico es ser mejor cirujano.

miércoles, 6 de octubre de 2010

La paciente verde

Doce de la noche, en nuestra sala de espera de urgencias una mujer de unos 80 años de color verde. Creo que no debo hacer tantas guardias seguidas (pienso mentalmente mientras recuerdo el capítulo de los Simpson en que el señor Burns se veía radiactivo) paso a otro paciente que iba antes para comprobar si al rato se me pasa la alucinación que estoy teniendo. Tantos años de estudio tirados por la borda, y ahora voy y pierdo la cabeza… ya la podía haber perdido antes…

10 minutos y dos pacientes más tarde sigo viéndola igual de verde. Llega su turno. Pasa con la que dice ser su hija.

- Verán doctoras, he llegado a casa y me la he encontrado así, la he traído corriendo…
- Bueno hija, cuéntenos que le ha pasado…
- Pues verán, estaba yo jugando al parchís, cuando me he acordado de la mermelada que estaba haciéndose al baño María, y claro, he ido a quitarla… He debido dejarla demasiado tiempo porque ha estallado el bote y me ha salpicado todo el agua…
- ¿Y qué era, de manzana?
- No, es que me he echado pasta de dientes, que dijeron en la tele que iba mu bien pa las quemaduras. Pero ya ve, que mi hija se ha asustado…
- Bueno, al menos habrá ganado la partida, ¿no?
- Pues que va hija, si la Encarna se ha asustao y ha salido corriendo…
- No se preocupe, mujer, que todos lo hemos hecho alguna vez esto de la pasta de dientes, pero por si acaso le vuelve a pasar (que esperemos que no), mejor agua…

Buenísima la señora, espero que ganara la partida, porque se lo había merecido del todo…

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Mi hospital preferido...

El otro día hablé con un representante de Pfizer, un famoso laboratorio farmacéutico (cosa rara, porque no suelen venir muchos representantes a hablar con nosotros) y después de regalarme un par de libros que llevaba tiempo buscando me pidió que rellenara un par de encuestas. Cómo yo me pagué parte de mi ocio estudiantil gracias a encuestas que me rellenaron en su día, pues lo hice encantada.

¿Qué número de MIR sacaste? ¿Era cirugía tu primera opción? ¿Está el hospital elegido entre tus tres favoritos? Esa fue la que me llegó al corazón... Pues a ver, para ser sinceros, si me lo hubiesen dicho el año pasado por estas fechas, igual entre mi listado de hospitales no figuraba entre los más altos de la lista. No porque tuviera malas sensaciones, es que simplemente no lo conocía. Pero ahora la cosa cambia... No sólo está entre mis favoritos, es mi favorito. Es el sitio al que llevaría a un familiar a ser tratado, o dónde me trataría yo misma si fuera necesario. De hecho, alguno de mis mayores que tiene que hacerse pruebas diagnósticas o terapéuticas se las hace allí, y no sólo por comodidad, es una cuestión de confianza.

No sólo en mi servicio, que son ya como una segunda familia (a este paso una primera, porque paso mucho más tiempo que con la de sangre), hay profesionales estupendos en todos los sectores: Los digestivos, que nos dan clases magistrales presentando casos en la sesión de los martes, con un estudio excelente de cada caso, los radiólogos que son capaces de ver en blanco y negro cosas para las que nosotros necesitamos abrir, ver y tocar, y no sólo eso, a veces hasta lo tratan ahorrándole a uno que le abran con un cuchillo, que no olvidemos que nosotros no curamos con pastillas como dice alguno de los grandes. Los anestesistas, por los que ya sabéis que tengo especial debilidad, los traumas, con los que compartimos duras noches de batalla, y que han metido mano ya a gran parte de mis jefes (será que son buenos, entonces). Los internistas, capaces de controlar todo aquello que al resto se nos escapa, y de filtrarnos gran parte de lo que llega a la urgencia. Sin ellos nuestro trabajo sería un infierno. Los endocrinos, que nos cuidan los pacientes que operamos, los que vamos a operar y se ocupan de los que ya pasaron por nuestras manos, porque sin nutrición adecuada o unos iones dentro de su rango el paciente lo pasa mal, y los que estamos de guardia también. Los urólogos, con los que a veces compartimos sangre, sudor, insomnio y algún que otro fluido, no precisamente agradable al olfato. Los psiquiatras, sin los que sería mucho más fácil perder la cabeza en algunos momentos. Menos mal que están ellos para manejar determinados pacientes y tratamientos… Los de preventiva, y sus métodos de control de infecciones y lavado de manos. Los neumólogos, que como ya os conté fueron los primeros por los que me dejé tratar.

Vamos, que siempre os hablo de la cirugía y los cirujanos, pero que sepáis que en mi hospital hay excelentes profesionales en todos los sectores, en cuyas manos no dudaría en ponerme, aunque por supuesto prefiero no tener que hacerlo (tampoco vamos a pasarnos). Y sí, es mi preferido, por muchísimas razones.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Segunda

Os prometo que me gusta mi trabajo. De otra manera sería imposible aguantar ciertos momentos de la noche:

- Motivo de consulta: Tumoración facial de 1 año de evolución.
- Medicación habitual: "Alcohol, yo sólo alcohol."
- "¿Que ha pasado hoy para que hayas decidido venir a la urgencia? ¿Te duele más? ¿Ha sangrado?"
- "Yo sólo alcohol. Me apoyo para dormir de este lado y me molesta."
- "Lo siento, es un tumor dermatológico, ve a tu dermatólogo."

Horas de descanso en las últimas 48: 2 dentro del hospital, tarde zoombie en casa... Mañana la tercera empalmando con el quirófano del lunes... Y lo que estoy aprendiendo...

jueves, 9 de septiembre de 2010

Triplete (primera de tres)

Hoy estoy saliente de una guardia en la que apenas he podido dormir media hora. Lo más estresante ha sido la llamada a eso de las 4:30 (o eso me pareció ver en el reloj):

- "Tú paciente de la cuatrocientos equis está paralizado"
- (Proceso mental de: Oh, ¡Dios Mío!) "¿Respira?"
- "Sí, está vomitando."
- (Proceso mental de ¿qué entendemos por paralizado?) "¿Por qué está ingresado? No figura en mi listado y acabo de pasarme un rato arriba (hasta hace media hora como dicen las leyes de Murphy) revisando tratamientos y no me suena que haya nadie en la cuatrocientos equis" (Mientras tanto me calzo los zuecos y busco las gafas echando leches).
- "Rectorragia"
- "Bueno, da igual, voy a verlo corriendo." Cuelgo el teléfono mientras me pregunto a quien habrán ingresado en esa habitación, convencida de que los ingresos de la guardia los había hecho yo y ese no lo cuadraba. Cuando ya salía por la puerta nueva llamada:
- "Oye, que soy de la planta, el de la cuatrocientos equis es de interna, no subas.
- "Pero... ¿Está bien? ¿Respira?¿Le habéis tomado tensiones?¿Satura? Sí, ya sube el internista, es que este chico (refiriéndose al enfermero) con los nervios se ha equivocado.
- "Bueno, no te preocupes, gracias. Si necesitáis algo ya sabéis mi número."

Intenta dormir después de ese despertar... Menos mal que no hizo falta porque media hora más tarde me llamaron de nuevo por el típico dolor de mis guardias nocturnas en fosa iliaca derecha irradiado a testículo en paciente búlgaro que no habla ni papa de castellano. A eso de las 7:15 llamé a mi adjunta, más por la saturación de la noche que me tenía un poco bloqueada sin saber que hacer (había llegado al punto en el que pensar era muy difícil) que por que fuera algo urgente (simplemente no me hallaba en plenas facultades para decidir si era urgente o no). Brechas, abscesos, contusiones costales más tarde y un ligero paso por quirófano, he llegado a casa a comer a las 15:30, y mañana más...

Tengo que decir que a pesar de eso ha sido una guardia estupenda, con momentos en los que me reí mucho, con el doctor "Famoso", y una de las doctoras más taurinas que tenemos, aunque la llamaré doctora "Ojitos" (ya os contaré por qué) . Además tuve la oportunidad de aprender de Willy Fog, otro de mis adjuntos, una wikipedia andante no sólo de medicina y de cirugía, sino de casi cualquier tema de cultura general. Es uno de esos caballeros que ya no quedan. Es al que hay que preguntar que se ha escrito sobre un tema y es capaz de citarte toda la bibliografía al respecto. En ese sentido es el puro ejemplo de medicina basada en la evidencia. En fin, ya os iré presentando a más gente que me pierdo.

martes, 7 de septiembre de 2010

Leyes de Murphy aplicadas al Residente de Cirugía:

Estas son algunas de las que se me han ocurrido en estos meses:

- Siempre sonará el busca media hora después de haberte metido en la cama.

- Si has estado atento a una cirugía de 5 horas sin perderte nada, el adjunto sólo te mirará cuando cierres fuertemente los ojos para humedecer las lentillas.

- Los pacientes complicados llegarán cuando tus adjuntos estén lavados en quirófano para una cirugía larga y urgente.

- Siempre te picará la nariz justo cuando te hayas acabado de lavar en quirófano y no puedas tocar nada.

- Si estás preparado para una guardia dura dormirás, si crees que la guardia será tranquila más vale que hayas dormido antes.

- Si sólo queda un equipo de curas en el armario en que las guardan bajo llave prepárate para descubrir a las cuatro de la mañana que falta el porta, las pinzas o ambos.

- Si te da por ir vestido de calle tranquilamente, y olvidas mirar el parte, seguramente te hayan programado, si vas preparado para operar lo que sea, tranquilo que no harás nada.

- Si pasas por casualidad por una planta que no es la tuya enseguida empezarán a aparecer pacientes susceptibles de ser quirúrgicos para que los valores.

En fin, que esto de la cirugía es una dinámica constante, adaptarte al medio es parte de tu sueldo, ¡gánatelo! Nadie dijo que fuera fácil.

domingo, 15 de agosto de 2010

Llaves



Las llaves de la casa en que crecí,
Las del garaje en el que guardaba la bici,
Las llaves del colegio mayor dónde aprendí a ser grande
Las de la taquilla donde guardaba la bata de las disecciones de anatomía
Muchas llaves
Llaves que abren muchas puertas
Las del lugar en que guardé mi primer fonendo
Las llaves de la casa en la que me refugiaba los últimos años de carrera,
la casa a la que ahora sólo voy a dormir
Las llaves del cuarto en el que me refugio en las horas de guardia
Llaves que encierran momentos de una vida
El buzón en el que alguna vez recibí tus cartas
Las llaves de mi casa
Las llaves de todos los lugares que alguna vez fueron mi hogar.


Sólo algunos de los que me conocen saben que colecciono llaveros, pero creo que nadie sabe que en realidad lo que me gusta guardar son las llaves que abren y que cerraron tantas etapas. Aunque sepa que ya no las volveré a usar, las miro y recuerdo todas aquellas veces que las perdí en el bolso, o que no las encontraba al salir de casa. Ahora me mudo de nuevo, y tengo otras llaves que guardar, otro ciclo que se cierra, otras llaves esperándome para abrir una nueva fase.

jueves, 12 de agosto de 2010

Operar y conducir

La verdad es que operar y conducir tienen bastantes cosas en común:

- Al principio te parece imposible coordinar tantas cosas a la vez, lo más sencillo se convierte en un mundo: El peatón, el paciente, las señales verticales, la enfermera, las marcas en la calzada, la historia clínica, el contador de revoluciones, el adjunto, la palanca de cambios, las pruebas complementarias, el volante, la hoja de circulante, los espejos, las relaciones con otros servicios…

- No cambias de marcha sin que te lo diga el profesor de la autoescuela, así que estés oyendo el motor pidiendo socorro a gritos. Si tu adjunto no aparece no se te ocurre pedir una prueba complementaria, no vaya a ser que no esté indicada o las pides todas, para que tenga donde elegir porque no vas a tomar decisiones tú solo.

- En las rotondas dejas pasar a todo el mundo, te vas por el carril interior siempre que esté indicado aunque ello implique dar 3 vueltas a la misma glorieta, hasta que puedas elegir la salida que conviene a tu destino. Ves a cualquier paciente que te manden, aunque le duelan las muelas del juicio y sean las 4 de la mañana. Le pides todas las pruebas que se te pasan por la cabeza y le haces una exploración completa, incluyendo neurológica aunque venga por un uñero, no sea que se te pase algo. No te atreves a pedirle cosas a las enfermeras de quirófano, al fin y al cabo ellas llevan mucho más tiempo y saben de todo más que tú, ya están dentro de la vía circular y tienen la prioridad.

- Poco a poco empiezas a hacer cosas automáticamente, y ya no hace falta que prestes atención al cambio de marchas, observas que tienes dos manos y que ambas pueden resultarte útiles en un momento dado. De repente descubres que has suturado una herida tú solo y que estás firmando el informe de alta. Subes al coche y colocas los espejos, pintas y pones los campos estériles. Te atreves a pedirle cosas a las enfermeras, al fin y al cabo, eso es parte del trabajo por el que te pagan, y si ella está instrumentando eres tú el que tiene que decirle lo que quieres que te de y aceptas sus sugerencias, cuando te las da, porque siguen sabiendo más que tú que acabas de llegar, pero no por ello van a tener que cargar con tu trabajo. Preparas todo lo que prevés que puede hacerte falta. Arrancas el coche tú sólo, y no explota en el intento.

- Perfeccionas la técnica, aunque la falta de experiencia sigue haciendo necesario contar con un buen copiloto que te advierta de esos peligros que sólo pueden verse desde ese lado del coche. Es curioso, pero cuando te pones de copiloto ya no eres un pasajero, empiezas a pensar en qué harías tú si llevaras el volante. Descubres señales en las que nunca te habías fijado cuando eras un simple pasajero. Empiezas a ver la dificultad de solucionar problemas sobre la marcha que antes criticabas sin ser consciente de que no era tan fácil como parecía. Discriminas si el coche da tirones con un conductor novel o va suave con un chófer experto. Te das cuenta de cuando una enfermera acaba de llegar o cuando sabe antes que tú como vas a solucionar ese problema que ni eres consciente de que tienes.

- Y ya no puedes ser pasajero nunca más. Porque desde que aprendes a conducir, lleve quien lleve el coche, siempre piensas en qué harías tú si fueras al volante…

Esta entrada es fruto de haberme levantado en medio de la noche sin poder dormir en parte por el calor, en parte por los nervios de volver a tener guardia mañana después de una dura vuelta al trabajo y de haber perdido la poca práctica que tenía. Me pregunto si tardaré mucho en volver a coger el punto de embrague para que no se me cale demasiado…

martes, 10 de agosto de 2010

El primero en llegar

Voy a hablaros de otro de mis adjuntos. Un hombre de pocas palabras, pero que cuando dice algo muy pocas veces te deja indiferente. Fue la segunda persona que se puso en contacto conmigo cuando elegí la plaza. Lo que se agradece cuando llegas a un sitio nuevo por primera vez.

Creo que ha sido el primero en llegar durante años, se cree que es él, el que abre el hospital por las mañanas. Con él compartí mis primeros cafés de la mañana durante los días en que los nervios por empezar tantas cosas nuevas me hacían llegar al hospital media hora antes de mi hora.

También uno de los primeros en descubrir mi blog. De hecho creo que ha sido el culpable en gran parte de que se halla hecho tan famoso que el adjunto de los cuatrillizos (uno de los internistas más majos), me preguntara en el ascensor si yo era la del blog.

Con él aprendí a poner los campos, vi mis primeros tiroides, aprendí a distinguir el rosado amarillento de las paras, de una forma que ahora mismo es la cirugía en la que más cómoda me siento, y hasta me enseñó su famosa táctica de la batidora y compartió con nosotras la infernal guardia del día de la final del mundial, camiseta de España incluida.

Hoy me he acordado de ti, marinero. De todo lo que he aprendido a tu lado casi sin darme cuenta. Esos gestos tan cotidianos como colocar el paño fenestrado que delimita el campo, protegiéndome las manos para no tocar nada. Ese tirar hacia arriba de los Farabeuf recolocándome cien veces si hace falta para enseñarte lo que necesitabas ver.

Te echo de menos al llegar cada mañana. Un abrazo marinero.

"La cirugía es algo dinámico" -El Tito-

Hoy he vuelto al trabajo después de unos días de descanso relativo. Pero eso será motivo de otro post. He llegado pronto, porque estaba programada en quirófano. Me había estudiado bien la técnica de la colecistectomía laparoscópica, incluso cómo se ponen los trócares según las diferentes escuelas. Preguntándome cual sería la escuela que siguen en Lega… Había visto varios videos en youtube, y en websurg y estaba preparada para la vuelta. Para mi sorpresa, me he encontrado que en lugar de una vesícula era un bazo lo que se quitaba, una biopsia muscular, una biopsia hepática, tres hernias inguinales y unas hemorroides. O sea, que estaba más perdida que un hijo puta en el día del padre. He hecho lo que se hace en estos casos, que es intentar estorbar lo menos posible y si se daba el caso de que pudiera ser de alguna utilidad intentar ayudar.

Pero miremos el lado positivo de la historia, que es que de regalo de vuelta, me han programado, lo cual siempre es de agradecer. Además ha sido un día intenso (no soporto no hacer nada). Y lo mejor de todo: El tito.

El tito es como llaman a uno de mis adjuntos a quien más cariño tengo. Es el que más opera, y espero que nadie se ofenda si digo que es el mejor, o al menos igual de bueno que el mejor. Operando es genial y ayudando excelente. Y es que no hay cosa que no parezca fácil cuando lo tienes al lado en una mesa de quirófano. Y como dice mi tutor, si algo es fácil, es que está bien hecho. Cada vez que me llama niña o nena me hace sentirme como en casa, y es que es muy difícil no quererle. Sabe mantener la calma en situaciones en que muchos otros la pierden, como alguien que se ha enfrentado a mil problemas y los ha vencido con éxito.

Por razones obvias hoy me ha costado bastante seguirle el ritmo, a él y al del cochazo, que cuando se ponen a trabajar tienen más potencia juntos, que el descapotable. Y claro, entre que llevo 10 días sin coger unas pinzas y además eran cirugías que no me había estudiado para la ocasión, me ha costado orientarme en el continuo espacio tiempo. Y ayudar sin saber que estás haciendo o cuál va a ser el siguiente paso es bastante difícil. Pero bueno, como la cirugía es algo dinámico he intentando adaptarme a los cambios y hacer lo que me pedían.

La próxima vez lo haré mejor.

domingo, 25 de julio de 2010

Buena suerte, te echaré de menos



Porque buscaba una compañera de piso y encontré una amiga. Porque siempre has estado ahí en los malos y buenos momentos. Porque nuestros amigos han sido de las dos desde el primer día. Gracias por todos esos momentos compartidos, esas risas, esos momentos de tensión MIR u oposicionales a medias. Por haberte convertido en mi hermana mayor en Madrid. Por todo eso, y a pesar de que hace tiempo que sé que la vida está llena de despedidas esta se me hace especialmente difícil. Por eso sólo te diré hasta luego, y como dice el grupo que más me gusta de tu ciudad: Nos vemos en los bares.

¡Buena suerte, niña!

domingo, 18 de julio de 2010

Relájate y disfruta

Os voy a hablar de mi servicio favorito (después del nuestro), ese sin el que nuestro trabajo sería un infierno. Está claro que con este título sólo puede ser el servicio de Anestesia. Ahí están ellos, en el lado oscuro del quirófano, controlándolo todo. Con una paciencia infinita, para lidiar con el cirujano estresado (no creáis que es fácil, aunque en esto la palma se la lleva la instrumentista) con las enfermeras, y con las constantes del paciente, haciendo que todo funcione mientras tú sólo piensas en como hacer la anastomosis (a mi me faltan años para eso) o dónde tienes que poner las pinzas para que el vaso deje de sangrar (yo aún estoy en este punto).

Porque el cirujano acaba su trabajo, y luego el paciente se va a la Rea (Reanimación) dónde son los anestesistas (en mi hospital) los que obran verdaderos milagros. Y es que por muy bien que esté hecha la cirugía no vale de nada si el paciente no está bien controlado.

Casi siempre con una sonrisa en la boca, creo que es condición indispensable para elegir la especialidad. Con una cultura general impresionante, y en el caso del Severo, hasta con una princesa de Disney entre ellos. Capaces de mantener la calma en las peores situaciones y de trabajar en modo multitarea, controlando muchos parámetros a la vez, sin quedarse colgados como Windows.

Compartiendo con nosotros los momentos más difíciles, que allí estaban ellos perdiéndose la final del mundial a nuestro lado, dándolo todo por una paciente que cada vez que voy a ver la Rea parece estar un poco mejor.

Y ya os hablaré en otras entradas de otros profesionales con los que trabajamos, y de paso os presento a mi servicio, que hay algunos de los que no os he hablado...

Me despido que mañana toca guardia de nuevo...

El tribunal de la Inquisición



Puede que por el título no lo hayáis deducido. Os voy a hablar de uno de los servicios de los que más colaboración necesitamos en cirugía. El servicio de Rayos (y truenos). Y es que cuando vas a pedir una prueba de imagen a un paciente, más vale que te sepas hasta su color favorito, porque todo es susceptible de ser preguntado... Yo ya he pagado la novatada un par de veces, y las que me queden.

Vete a pedir una eco de control a ver si le podemos quitar el drenaje a la del absceso subfrénico. Y allí que iba yo, llena de ilusión. Pues me ha dicho el Dr Jeckyll que si le podéis hacer una eco a Marujita Pérez, que le quitemos el drenaje. Marujita es una señora de chopecientos siete años que ingresó hace dos semanas por un aneurisma en la esplénica que requirió una esplenectomía y después desarrolló un absceso subfrénico. ¿Tiene fiebre? No, ya no tiene. ¿Echa algo por el drenaje? Pues supongo que no, porque para eso le pedimos la eco, para quitárselo, aunque en realidad yo no he visto a la paciente, ya te he dicho que me la ha pedido el Dr Jeckyll. Pues dile al Dr Jeckyll que me llame y que me lo cuente él, anda bonita...

Y luego está la mejor, lo que le dijeron a uno de mis adjuntos: "Yo le hago el TAC si tú le operas..." Que digo yo que si supiera de qué le tenía que operar lo mismo nos ahorrábamos el TAC.

En fin, esto me lleva a escribir en cada volante de rayos una descripción minuciosa de porqué solicito la prueba, acompañada de su correspondiente por favor y GRACIAS (Sí, así con mayúsculas, para que no quepa duda).

Así que, sin quererlo los radiólogos de mi hospital son unos de los que más me están haciendo aprender, porque ahora, cada vez que voy por allí me estudio a cada paciente para que no haya preguntas a las que no pueda contestar, aunque claro, seguro que algo se me escapa, y que ellos descubren que es, tienen ese sexto sentido...

martes, 13 de julio de 2010

Hablemos



Creo que tienes cosas que contarme. Hay tantas que no entiendo… Se me escapan tantos porqués, que ya no tengo claro en qué momento del camino decidí que te entregaba mi vida para que jugaras con ella como un gato lo hace con una madeja de hilo.

No tengo claro cómo fue que decidí dedicarte mis noches en vela, desearte, soñarte, pensar en ti hasta cuando no estoy pensando en ti. Soportar tus zarpazos, de esos que dejan cicatrices en el alma que sabes que están ahí aunque uno intente disimular.

¡Hay tantas cosas que no sé! Y me pregunto por qué me das tanto, para quitármelo justo un instante después, cuando empezaba a disfrutarlo. Te doy lo mejor de mí, mi tiempo, mis mejores años, mi vida entera. Soy tuya, casi más tuya que mía, y nada te parece suficiente.

Pero me da igual, porque ya me he entregado a ti, así que haz conmigo lo que quieras, mientras intento sobrevivir, y disfrutar de esos momentos de felicidad completa, que de vez en cuando me das. Esos, que responden a todas estas preguntas. Esos, que hacen que este puzzle, hoy desencajado forme una bonita imagen, que le dé sentido a haber pasado tantos años reuniendo piezas.

Aquí estaré, siempre a tu lado para cuando quieras hablar. Aprendiendo a ser como tú me estás haciendo. Siempre tuya, CIRUGÍA.

lunes, 12 de julio de 2010

Mis dos primeras guardias...

Voy a empezar esta entrada respondiendo una pregunta del marinero del servicio, que sé que suele quedarse varado de vez en cuando en estos mares. Sí, me sigue gustando esto. Nadie dijo que fuera fácil, no soy de las que se vienen abajo en los primeros golpes. Esto que hacemos es más grande que tú o que yo, aunque a veces sea capaz de echar abajo las morales más altas.

http://www.youtube.com/watch?v=17cCf7vYerE&feature=related

Después de esta introducción, entenderéis que la de ayer no fue desde luego una guardia fácil. No como la del viernes, en la que dormí como un bebé sin que el busca sonara en toda la noche. Ayer la guardia empezó ya fea. Un par de casos complicados, y un goteo constante a la urgencia, que nosotros pensábamos que era la gente que quería estar libre por la tarde para ver el partido. Pensábamos que sería una guardia tranquila hasta que el mundial se decidiera. Pensábamos ver el partido con los colegas de anestesia y unas pizzas o la deliciosa comida que algún marinero había traído de casa. Todo eso pensábamos... Y por supuesto, como siempre que uno tiene una idea preconcebida de algo, la realidad no tuvo absolutamente nada que ver. Por hacer un breve resumen, os cuento que mientras el árbitro pitaba para anunciar el comienzo del partido, estábamos informando a la familia de un paciente que sin cirugía, no tenía posibilidades de sobrevivir, y con ella probablemente tampoco, y pidiéndoles que decidieran rápidamente lo que fuera, porque no teníamos tiempo que perder. Como la decisión fue a favor de la cirugía, corrimos lo que pudimos para entrar en quirófano, donde mientras seguíamos navegando entre intestinos recibimos la llamada que nos anunció el gol de Iniesta y que la copa del mundo era nuestra. Al final la cirugía se pudo hacer, porque al entrar no estaba muy claro, y después hasta pudimos comer algo antes de seguir con la batalla.



Después del partido recibimos refuerzos de nuestros mayores que se ofrecieron a hacer la siguiente cirugía de urgencia, y así nos sentamos unos 15 minutos antes de volver al box de cirugía. A eso de las 3 y algo, después de aguantar algún que otro borracho, que ya empezaban a llegar, nos fuimos a dormir un poco. Por supuesto que a la media hora sonó del nuevo el busca, para ir a coser a otro que se había pegado. Y me vi a las 4 y pico de la mañana haciendo una historia clínica en inglés porque el colega no hablaba ni papa de español y encima iba más pedo que Alfredo. Es uno de estos momentos en la vida en los que te preguntas como coño has llegado hasta esa situación. Y claro, luego viene el famoso y archiconocido síndrome del "poyaque" que como bien sabéis consiste, en "Po ya que estás aquí, valórame a este chico que le duele la fosa iliaca derecha y el testículo". Vamos que el chico tenía un dolor de tres pares, pero como le dije a la internista, si era una apendicitis no se parecía a ninguna que yo haya visto (que es cierto que no soy experta en el tema, pero algo voy aprendiendo), y eso unido a que tenía un cordón fibroso en el testículo y una tumoración, y un dolor como si le hubieran pegado una patada pues me hizo recomendarle que llamara al urólogo de guardia, y claro, como me pidió que se lo escribiera, pues se lo escribí: "Recomiendo valoración por urólogo de guardia para filiar el origen del cuadro, si se descarta patología urológica avisar de nuevo". Y ya que estaba me quedé porque tenía mis dudas de que aquello no fuera una torsión, así que lo vi con el jefe de uro, que hizo un diagnóstico de sospecha de epididimitis y pidió una eco por si fuera una torsión. Me fui de nuevo a la cama a eso de las 6. Imposible pegar ojo, a las 8:15 han llamado de nuevo por un pleure-vac, y a empezar el día.

El miércoles nueva guardia... ¿Será de cal o de arena?

jueves, 8 de julio de 2010

Mi jefe y el método socrático

Hace semanas que tengo ganas de escribir esta entrada, pero por falta de tiempo no he encontrado el momento hasta ahora. Quiero hablaros de mi jefe, el actual jefe de servicio. Si no me equivoco creo que fue nombrado oficialmente más o menos cuando yo empecé a pulular por el servicio, aunque algo me dice que lleva haciendo esas labores más tiempo. Hasta entonces se ocupaba de la docencia del hospital, además de la labor asistencial como adjunto de cirugía. Ahora en docencia ha pasado el relevo, pero eso será motivo de otro post.



Cuando llegué a la primera sesión me sorprendió mucho su manera de hacer las cosas. Acostumbrada a que un jefe mande y los demás obedezcan me vi de pronto descubriendo que las cosas se pueden hacer de otra manera. Me explico, porque para quien no haya estado nunca en una de nuestras sesiones será difícil de entender. Un dirigente puede ordenar que las cosas se hagan como él dice, y no tiene porqué dar explicaciones. Pero ese no es mi jefe. Él es un guía más bien, un Sócrates de la medicina. No impone sus ideas, sino que hace que cada uno exponga sus argumentos y se plantee preguntas que le lleven a la mejor resolución posible con los datos disponibles. Hace que la gente se plantee dilemas y los guía hasta la solución. Pregunta a cada cual que cree él que es la mejor opción, razona, argumenta y concluye en equipo aportando todo el conocimiento que se tiene sobre el tema, porque no me preguntéis cómo pero el siempre viene a las sesiones habiéndose leído los últimos artículos sobre los temas más relevantes y aún si se va de vacaciones al volver conoce detalles de los pacientes que a los que se han quedado trabajando se les escapan. La verdad es que no tengo ni idea de cómo le da tiempo a todo eso y luego además tener su vida, pero os digo que me parece un gran líder.

En quirófano, estar con él es descubrir una anatomía perfectamente definida. Andar sobre seguro, sabiendo que nada pasa por casualidad, sino que cada pequeño movimiento es producto de muchos años de estudio. Esta en lo que yo creo que es la edad perfecta para un cirujano. Con la destreza, la habilidad y los conocimientos necesarios para solventar cualquier eventualidad, y con las ganas de alguien lo suficientemente joven como para disfrutar de su trabajo.

El caso es que esta semana he estado con él en el parte un par de días. Y trabajando a su lado me doy cuenta de la presión a la que se ve sometido, sin que nadie le diga nunca la cantidad de cosas que hace bien, y se quejen todo el rato por los pequeños problemas, por los que se le da la vara a un jefe.

Así que, puede que no sea consciente, pero desde mi humilde punto de vista es un gran dirigente y creo que también una buena persona.

Mañana tengo mi primera guardia... ¿Quién dijo miedo?

lunes, 28 de junio de 2010

Mi tutor

Recuerdo con bastante detalle el día en el que fui a presentarme en el hospital. Lo recuerdo porque no hace tanto, y también porque estaba lo suficientemente nerviosa y alerta como para prestar atención a cada pequeño detalle. Eso sí, he tardado unas semanas en aprenderme como se llama cada uno. Es que es mucha gente de golpe.

También recuerdo la entrevista con el que es nuestro tutor de residentes. La verdad es que es un hombre en principio muy serio, y al que veía muy por encima de mí en muchos aspectos. Y no es que no sea así, porque desde luego que sabe mucho más que yo de casi todo (por no decir que de todo). Me dio un montón de folios sobre normativa del hospital y alguna bibliografía imprescindible. Después de eso me preguntó si tenía alguna duda... ¿Alguna?

El caso es que esta mañana he estado con él en el quirófano, y he de decir que ha sido de las mejores mañanas que recuerdo desde que llegué al hospital. Porque he visto una cirugía preciosa, pero sobre todo porque he aprendido muchísimo. Él y uno de los que más saben del servicio, que al principio también me daba un poco de miedo, pero que sin saber porqué he llegado a cogerle el cariño que se tiene a alguien de la familia. Quizás porque me llama hija o niña, o porque me hace sentirme protegida, mientras me enseña con una paciencia infinita cosas que para mí son misterios, y que sin duda alguna él tiene completamente dominadas desde hace años.

He salido del hospital con una sonrisa radiante, que nadie que no se dedique a esto y lo haya vivido alguna vez entendería, y es que son esos pequeños momentos que hacen que te des cuenta de que estás en el sitio adecuado en el momento preciso.

Y mañana me toca ambulantes con mi tutor otra vez. Resulta difícil de creer si os digo que me siento afortunada por tener este trabajo en el que me pagan por hacer algo que me encanta y puedo llegar a casa con una sonrisa sincera. Alguna vez con alguna lágrima, pero eso es lo que pasa con las cosas a las que queremos...

Hoy ha sido un gran día.

domingo, 27 de junio de 2010

¿Hay alguien ahí?

Sé que hay mucha gente que pasa por aquí a diario. Algunos asiduos, otros temporales, muchos que tropiezan por este espacio como de casualidad, mientras van a hacia otro sitio o simplemente hacen tiempo mientras se toman un descanso en el camino.



Me gusta entrar en este espacio, que considero mío, pero que sin vosotros sería diferente, y ver como suben las visitas. Cuando empecé no esperaba ser tan leída, la verdad... Y de vez en cuando entro y miro las estadísticas, las cadenas de búsquedas, que son de lo más curioso, y me pregunto cómo sois vosotros, que estáis al otro lado, y que la mayoría de las veces calláis.

Me lo pregunto por curiosidad, pero en estos momentos, también porque me resulta útil para mi futuro profesional, porque quiero enriquecerme de esta comunicación bidireccional que me permite este espacio, y algún otro.

Sé que por aquí pasan algunos que hace unos años estaban dónde yo estoy ahora, y algunos que esperan estar dentro de unos años aquí. Otros compañeros de camino, y alguno cuya vida no tiene nada que ver con la mía, pero que quién sabe...

Así que si tienes un rato, para contarme cómo has llegado hasta aquí, este es tu momento, porque esta entrada, la hago más para leer que para escribir.

Vuelvo a preguntar: ¿Hay alguien ahí?

jueves, 24 de junio de 2010

Poco a Poco...

Sigo embarcada en este mundo quirúrgico, del que intento aprender todo lo posible, lo más rápido que puedo. Lo intento porque eso me hace estar más tranquila, porque poco a poco voy entendiendo algunas cosas, que de momento son una minoría, pero sobre todo, porque haciéndolo me siento un poco menos inútil. Y es que la sensación de estar a años luz de mis mayores creo que no desaparecerá en muchos años...



Esta mañana estaba programada en el parte de quirófano. Dos tiroides. Ayer por la tarde me entretuve grabándome a mi misma mientras leía el capítulo del Sabiston sobre el abordaje del tiroides. Así que de camino al trabajo he ido escuchándome a mi misma (quien necesita música) repasando paso a paso lo que iba a ver. Aún así, en quirófano me resulta aún difícil distinguir los infinitos tonos de rojo, rosado o asalmonado que conforman cada tejido... Con lo maravillosamente bien que se distinguen en los atlas...

Bueno, hoy he aprendido a ver las paratiroides... Que son un poco como los kikos, esos que se comen saladitos, pero un poquito más rojas (creo que algún día escribiré un libro sobre descripciones anatómicas contemporáneas, jejeje)... He visto los nervios recurrentes, pero creo que si los tuviera que encontrar yo sola nunca habría dado con ellos, por suerte esta mañana he tenido buenos maestros, que me iban enseñando lo que hacían. Y es que el quirófano en algunos adjuntos tiene un efecto de bálsamo, que hace salga su vena docente y sean capaces de mantener la calma en situaciones de tensión, mientras controlan el campo quirúrgico y además te explican su manera de hacer las cosas y su porqué.

Para acabar la mañana hemos tenido un poco de busca, atendiendo las urgencias. Por suerte hemos contado con la ayuda de nuestro erre tres, que aún saliente de guardia ha cuidado de nosotros hasta que ha acabado nuestra jornada. Cortés, educado, buena persona y excelente profesional. Vamos, que yo firmaría por poder compararme a él en unos años.

Luego hemos dedicado parte de la tarde a preparar la sesión de mañana, dónde se plantean los casos que se van a operar la semana que viene, y que se supone función del R1. Con la ayuda de mi co-erre, rotante de uro, hemos acabado a eso de las 5 de la tarde y es que el trabajo en equipo, además de ser más efectivo es mucho más agradable.

Intentaré sacar algo de tiempo para contaros más...

jueves, 17 de junio de 2010

Consciente y orientada (¿x3?)

Así es como suelo empezar a describir la exploración física de mis pacientes. Aunque si yo fuera uno de ellos no sé si diría que ahora mismo estoy orientada en las 3 esferas. La verdad es que es difícil, porque yo, acostumbrada a llevar a la gente, y a saber a dónde voy, por primera vez en mi vida, tengo que dejarme llevar por otras personas que ven cosas que yo aún no he descubierto.

Esta mañana he tenido mi primera cirugía programada. Me había quedado a alguna, ya, pero en esta mi jefe me había puesto en el parte. Yo podía estar bastante tranquila, porque las cosas no dependen de mí, que aún no tengo prácticamente responsabilidad, pero iba en el metro notando como mi corazón latía muy fuerte, pensando en todo lo que podía pasar, en que ya no soy estudiante y que cada vez las cosas se ponen más serias. Me he acordado de eso de que somos la última barrera de la curación, de que si fallamos no hay generalmente otras opciones. Y he pensado en mis jefes. En todo el peso que son capaces de soportar. Yo aún les tengo a ellos por detrás, siempre tengo a alguien a quien llamar cuando no sé qué hacer, que de momento es prácticamente siempre. Me pregunto qué se siente cuando ya no tienes a nadie más allá de ti a quien recurrir. Cuando toda la responsabilidad la llevas cargada a la espalda. Y me ha dado miedo. No un miedo insuperable, de ese que te dan ganas de salir corriendo, sino un profundo respeto nacido de la admiración de ver a gente aparentemente normal haciendo cosas extraordinarias y generalmente poco valoradas.

Y he hecho lo que voy a estar haciendo durante mucho tiempo, dejarme llevar por todos los que saben más que yo, que son la gran mayoría. He intentado estorbar lo menos posible, y ayudar lo que podía, aunque de momento me produce respeto incluso pedirle a la instrumentista que me pase el material. Por suerte la mayoría de las veces ya te lo han puesto en la mano antes de que tengas que pedirlo. Y es que aquí todo el mundo va un paso por delante de lo que se está haciendo. De momento estoy como cuando cogí el coche por primera vez, creo que va a ser muy difícil manejar tantas cosas con tanta destreza a la vez y me consuela saber que otros han podido hacerlo antes que yo.

Y mientras pasan los días, voy conociendo a las personas que me rodean, en esto que como dicen algunos no es solamente un trabajo, sino una forma de vida. Y las hay para todos los gustos. Desde las que están estupendas aunque estén salientes de una mala guardia y son capaces de lanzarte una sonrisa que reconfortaría a cualquiera, hasta las que no te imaginas sonriendo ni aunque les tocase su número en la lotería de Navidad. Entre medias, hay una gran variedad de colores, y esto es un poco como la música, que siempre hay una canción adecuada para cada momento, pues en este caso siempre hay una persona adecuada para lo que se necesite hacer.



En fin, que ya les estoy cogiendo cariño, como si fueran de mi familia, será que paso demasiadas horas en el hospital o que el olor a sangre sudor y otros fluidos es capaz de unir a los seres humanos. O que me conmueve que mis mayores me protejan cuando vienen mal dadas y sentir que poco a poco voy formando parte de este equipo, por el que sería capaz de hacer cosas que seguramente aún ni siquiera imagino.

Espero que esta entrada no se vea muy afectada por la falta de sueño en la que me veo inmersa en estos últimos días y al menos haya salido algo mínimamente coherente. Intentaré contar más cosas, si mi agenda me lo permite. Que a pesar de pasarme el día haciendo cosas, siempre tengo muchas por hacer. Saludos a los de siempre y a los que acabáis de llegar.

A Mar decirle que para mí la cirugía fue una cuestión nada racional, lo hice por un impulso interno, como cuando te enamoras y no puedes hacer nada para evitarlo. Será que en el fondo soy una romántica, pero me parece necesario sentir algo así para poder tirar adelante cuando las cosas se ponen difíciles. Yo creo que más bien ha sido ella la que me ha elegido a mí, ahora tengo que demostrar si me lo merezco.

miércoles, 9 de junio de 2010

Día intenso de primeras veces...

Mientras escribo esta entrada, aún me dura el subidón del intenso día que he tenido... Por la mañana he llegado al hospital, y por primera vez no sólo no he huido del busca, sino que he sido yo quién lo ha pedido. ¡Con dos cojones! Tampoco voy a presumir de ello, porque hoy estaba a nuestro lado 4x4, que se mueve a la perfección en todo tipo de terrenos y así se atreve cualquiera...

He aprendido a desbridar úlceras necróticas, a manejar con una mínima soltura un trauma costal, a conocer las diferentes formas en que se puede presentar una apendicitis (puede simular casi cualquier cosa), o a diagnosticar una obstrucción intestinal o al menos sospecharla... También he aprendido que a veces la vida puede ser bastante injusta, porque me ha tocado el corazón, precisamente la historia de una paciente a la que no hemos llegado a ver, pero veremos mañana. Pero no voy a hablar de cosas tristes, porque hoy ha sido un día con demasiadas cosas buenas.

La tarde ha empezado bien, cuando el más encantador de mis adjuntos me ha llevado en su cochazo, un clásico Mercedes slk 230 (si me equivoco de modelo ya me corregirá), de mi color favorito (tampoco me había montado nunca en un descapotable), a un curso de cirugía laparoscópica con cerdos en Getafe al que mi jefe me apuntó el otro día. La verdad es que aunque tenía muchas ganas pensaba que el curso no me serviría de mucho, porque no iba a entender nada. Al final tengo que decir que ha sido sin duda el mejor curso de todos los que he hecho. Un adjunto majísimo de Getafe me ha enseñado a dar puntos, colocar bien la óptica para ver el campo (no creáis que es fácil) y descubrir que moverse en dos dimensiones es mucho más complejo que moverse en tres y así una erre tres y yo hemos dado nuestros primeros punto por cirugía laparoscópica, aunque ella claramente conocía mucho más que yo el instrumental y como tenían que verse las cosas. Lo difícil es ir un paso por delante y saber que quiere hacer la otra persona para dirigirte en uno u otro sentido.


Vamos, que os parecerá una tontería, pero yo estoy tan emocionada que creo que me va a costar trabajo dormir . Mañana más…

martes, 8 de junio de 2010

Solos ante el peligro...

Hoy ha sido un día duro... 4x4 saliente de guardia, Melendi en quirófano, y nadie al otro lado del busca cuando se nos han acumulado a mi compi rotante de uro y a mí un absceso retroauricular, 2 traumas torácicos y un dolor abdominal esperando a que decidiéramos que hacer con ellos.

A pesar de eso, estoy contenta, porque he conseguido explicarle a una abuelita entrañable como tenía que tomarse los analgésicos, y le he hecho repetírmelo 3 veces para asegurarme de que lo había entendido. Le he explicado que podía dolerle unas 3 semanas, que no tenía costillas rotas (después de un viaje a rayos, por si había algo que yo no viera), pero que el dolor era parecido con ellas rotas o no, que intentará hinchar un globo varias veces al día, bebiera agua abundante, se pusiera una mantita de calor a ratos y se tomara la analgesia para evitar que al respirar más superficialmente por el dolor pudieran acumularse secreciones y se infectaran.

Por supuesto que se controlara por su médico de atención primaria y que ante cualquier complicación volviera a la urgencia...

Antes he estado media hora comprobando en el vademécum que los dos analgésicos que le he mandado alternar era compatibles con su insuficiencia renal. Más o menos ha sido como lo de la aspirina de la entrada de ayer.

Me ha dado las gracias por ser tan buena con ella. En ese momento, me he alegrado como nunca de haber elegido la mejor carrera del mundo.

lunes, 7 de junio de 2010

"The House of God"

Hace tiempo que me compré este libro, pero es en este momento justo cuando ha conseguido engancharme. Os copio una parte que me hizo sentirme identificada:

"When the Fat Man went to lunch and we did not, the terror returned. Maxine asked me to write an order for aspirine for Sophie's headache, and as I started to sign my name, I realized I was responsible for any complications, and I stopped. Had I asked Sophie if she was allergic to aspirin? Nope. I did. She was not. I started to sign the order, and stopped. Aspirin causes ulcers. Did I want to have this poor LOL in NAD bleed out and die from an ulcer? I would wait for the Fat Man and ask him if it was all right. He returned.

'I've got a question for you, Fats.'

'I've got an answer. I've always got an aswer.'

' It is all right to give Sophie two aspirin for her headache?

Looking at me as if I were from another planet, Fats said, 'Did you hear what you asked me?

'Yes'

'Roy, listen. Mothers give aspirin to babies. You give aspirin to yourself. What is this, anyway?'

'I guess I'm just afraid to sign my name the order.'

'She's indestructible. Relax, I'm sitting right here, OK?...'

Pues eso, que cuando la responsabilidad está en tu mano las cosas se ven de otra manera...

miércoles, 2 de junio de 2010

Conociendo el servicio...

Pues eso es lo que dice nuestro tutor que tenemos que hacer este mes. Aprender dónde está cada cosa y como se trabaja. Saber dónde tienes que ir cuándo te llaman al busca, y en ello estamos.

Ayer fue día de ambulantes para mí. Al menos por la mañana. Me tocó con uno de los adjuntos más accesibles del servicio. Será porque siempre me ha caído bien la gente con hoyuelos que le dibujan la sonrisa. Es un rasgo que se marca mucho en la gente alegre será por eso que dicen de que la cara es el espejo del alma.



"¿Qué experiencia tienes?" -Me dijo-. Y yo: "Tú, mejor parte de la base de que no sé nada, que no irás mal encaminado..." Y poco a poco fui conociendo como se trabaja, y me dejó coser varias veces, incluso manejando el prolene, que es un hilo al que aún le tengo un poco de manía. Lo bueno de ser una hoja en blanco es que puedes disfrutar mucho viendo como se escribe la historia con esas pequeñas cosas que ahora me parecen un mundo. Una de ellas fue aprender cómo se quitan uñas, que menos mal que la paciente no me veía la cara, porque me estaba doliendo a mí más que ella, que ya estaba perfectamente anestesiada por mi adjunto. Es que tengo que decir que me recordaba a una de esas pelis que le gustan a mi padre. No sé si alguien habrá visto "El crimen de Cuenca", pero si es así sabréis a lo que me refiero, aunque ya os digo que la anestesia había sido muy eficaz y a ella no le dolió nada. Creo que debía verse reflejado en mi cara, porque al llegar hoy me ha preguntado si he soñado con uñas y es que no se puede ser tan transparente a veces...

Al final de la mañana mi residente todoterreno (aunque yo prefiero llamarla 4x4, porque además es erre cuatro) me dejó coser una ceja de una abuelita que se había caído y estaba en la urgencia, y oye, después de tener tan buen maestro a primera hora, tengo que decir que no quedo mal, y que sorprendentemente estaba bastante segura de lo que hacía. Aunque claro, con compañeros así al lado es imposible no estarlo.

Como ayer era una buena guardia, porque estaba 4x4, y Carter (el adjunto más joven del servicio), y yo estaba súper motivada, decidí quedarme a comer. La verdad es que no hubo tiempo para el aburrimiento, porque estuvimos toda las tarde trabajando y me enteré un poco de cómo se hacen esas cosas que por la mañana y con tanta gente son difíciles de procesar. También estoy contenta porque le perdí un poco el miedo a eso de historiar y escribirlo en la urgencia, y es que no hay nada como empezar a hacer las cosas para descubrir que puedes hacerlas. Vamos, que seguiré pidiendo ayuda para todo, pero me siento un poco menos inútil...

Esta mañana, con la sensación de no haber salido del hospital, porque como ya os he dicho antes he pasado una noche regular, hemos ido a pasar planta con miss-surgery. Rubia, ojos verdes, guapísima y todo elegancia. Vamos que si tiene algún defecto yo aún no lo he encontrado, y resulta que además es simpática y muy buena con los pacientes, y he de decir que también con los resis. Sólo siento no haber estado un poco más despierta, para haberlo aprovechado más, porque ahora mismo, como veis soy una pequeña esponja dispuesta a absorber todo lo que pueda de los que me rodean.

Después y con un nuevo ataque de tos me he ido a neumo, el resto ya lo sabéis...

¿Alergia?

La verdad es que llevo dos semanas un poco tocada físicamente. Menos mal que acabo de empezar y aún estoy fuerte. El caso, es que he pasado unas cuantas noches sin poder dormir apenas por ataques de tos, que se iban intensificando a lo largo del día, hasta que al caer la noche casi no me dejan hacer otra cosa que no sea toser. Ayer, al salir del hospital a eso de las 11 de la noche (ya sé que soy una motivada de la vida), decidí ir a la farmacia a hacer algo que les recomendaré a mis pacientes que no hagan, o sea, automedicarme. Tengo que decir que el remedio elegido (loratadina) no ha sido el mejor, porque esta ha sido una de las peores noches de la semana. Así que oyendo los consejos de la gente que me rodea, especialmente la princesita con la que vivo, y la persona más imprescindible de mi servicio, ese ángel de la guarda que nos cuida, he decidido ir a neumo. Allí me han mandado corticoides, y seguir con la loratadina, y de paso me han citado para consulta y espirometría el martes. Me niego a pensar que soy alérgica, pero la verdad es que después de unos cuántos chutes, he conseguido dormirme dos horas seguidas, y llevo un rato ya largo sin toser. Por lo visto este año está debutando mucha gente que no era alérgica.



Espero que esta noche pueda dormir de un tirón, porque la falta de sueño ataca gravemente a mi fase zen...

Ya os contaré, ahora voy a intentar hacer la entrada quirúrgica...

lunes, 31 de mayo de 2010

Aprendiendo técnicas básicas en VHS...

Y es que hoy mi jefe me ha dejado unos videos en VHS del 91-97 dónde explican lo más básico que debe saber un residente de cirugía... He intentado decirle que podía ser que no los viera (no habíamos usado nunca el vídeo y no sabía si estaba sólo de adorno), pero es una de esas personas a las que no se les puede decir que no a nada, así que he hecho lo posible y al final, no sé cómo, he conseguido hacer que funcione el video, bueno, sí, con ayuda de la Princesa de la casa, sin ella no sé yo si habría podido. La verdad es que son bastante interesantes, y diría que hasta bonitos en algunos momentos (ya sé que hay gente que no lo entenderá, pero soy así de freaky).

Después de una semana de cursos, y con Melendi mañana en quirófano, me da un poco de miedito lo que me pueda encontrar. Espero que algún adjunto se apiade un poco de mí y no me deje sola ante el peligro, aunque bueno, supongo yo, que siempre habrá un teléfono al que llamar para pedir ayuda cuando haga falta, que de momento va a ser más a menudo de lo que debería.

Ahora mismo tengo ganas de comerme el mundo, aunque quiero hacerlo poco a poco, disfrutando de este momento de plenitud en mi vida. Me parece que tengo todo por aprender, y está bien tener a gente que te guía, para no perderse en el camino.

Siento que la calidad literaria de este blog, si es que alguna vez existió se está perdiendo poco a poco, intentaré utilizar algún momento de lucidez para subsanarlo. Saludos y gracias a todos los que os preocupáis por mí.

miércoles, 26 de mayo de 2010

La magia del Severo...

Esta mañana he llegado pronto, como siempre (quien me iba a decir esto hace unos meses), y he pasado a la cafetería a ver si estaba mi co-erre de trauma, compañero de carrera y de prácticas, que ahora lo es también de la residencia.

No lo he visto, así que iba a salir a echar un vistazo cuando he oído mi nombre: "Soraya, que aunque seamos de digestivo te puedes sentar a desayunar con nosotros." Era un adjunto de digestivo al que me presentaron el otro día, y tuvo la deferencia de levantarse para darme dos besos cuando me lo presentaron. Me acordaba de él porque me llamó la atención ese gesto, vamos que es una de esas personas que enseguida te parecen buena gente.

Por supuesto me he dispuesto a coger el desayuno, para sentarme con ellos, mientras ha llegado mi compañero y les hemos acompañado. Llamadme tonta, pero me ha encantado el detalle de que una persona con la que he hablado 2 minutos se acuerde de mi nombre y sea capaz de ser amable, siendo además un adjunto respetable. Quién se haya formado en el Clínico sabrá que eso allí es bastante infrecuente, no digo que no exista, porque hay honrosas excepciones, pero cuesta años encontrarlas.

Vamos, que ahora mismo no me cambiaría por ningún otro residente de España. Va a ser verdad que todo el mundo está al final contento con su decisión. Espero que estéis disfrutando estas primeras experiencias tanto como yo.

martes, 25 de mayo de 2010

Soy Apta para trabajar

Eso es lo que me han dicho hoy en el servicio de Medicina Preventiva de mi Hospital. No sin antes hacerme un detallado interrogatorio sobre mi vida personal, hábitos, y haberme calzado el pertinente Mantoux para ver si he estado en contacto con la tuberculosis. Qué digo yo que todo esto te lo podían hacer antes del MIR porque si no eres Apto, imagínate que putada (lo siento, pero esta es la mejor palabra para definirlo)...

Recomendaciones varias sobre qué debo hacer deporte (le he dicho que era una picada de la wii, pero eso no cuenta), que tengo que comer mejor [mamá si lees esto, espero que me prepares buenos tuppers para el puente ;)] y darme un montón de manuales para que sea consciente de los riesgos que corro, desde un accidente yendo a trabajar, hasta que me pinche con cualquier cosa o sea víctima de un escape de gases anestésicos o me quede ciega mirando la pantalla del ordenador… Vamos, que voy a meterme en una burbuja porque ahora veo un mundo hostil lleno de peligros por todas partes.

Total, que como voy a comer bien si desayuno a las 6:30 y no como hasta que vuelvo a eso de las 16:30 de la tarde, y eso ahora que no hacemos nada como quien dice… ¿Qué cuánto duermo? Pues unas 5 horas por la noche, y alguna más después de hacer mi merienda-comida-cena. En fin, voy a ver si me estudio algo de cirugía, que buena falta me hace, porque lo de la organización es un tema que aún he de mejorar mucho.

Al acabar me he pasado a coger unas cuantas suturas, y voy a practicar un rato, que al menos es entretenido, y poco a poco me van quedando menos mal… En fin, como dice Fran, experto en estos temas, y en algún otro, tiempo al tiempo…

lunes, 24 de mayo de 2010

Curso de urgencias

Esta semana tenemos organizado un curso de urgencias. Hoy ha sido el primer día. He llegado al hospital a eso de las 7:45, porque aún me tenía que hacer los análisis para preventiva. Para el que no lo sepa informo de que a todos los residentes nos hacen serologías, mantoux y reconocimiento al entrar a trabajar al hospital. El caso es que aún así, la sala de extracciones estaba más o menos como el Corte Inglés en rebajas o el Torreón en la Pandorga. Vamos que había gente a cholón. Se me han colado todos los abuelillos del mundo, y yo estaba preocupada porque el curso empezaba a las 8:30 y a las 8:10 me he tenido que volver a poner en la cola porque había perdido al señor que iba delante de mí (es que había muchos muy parecidos) y cuando le he preguntado a uno si era él, se ha abalanzado otro a decirme que no me colara.

Como estoy en esa época zen en la que no discuto con nadie, me he puesto otra vez al final, y en ese momento, ha salido una enfermera, pobre incauta, porque ha tardado cero coma dos segundos en verse acosada por una legión de pacientes dudosos sobre dónde y cómo tenían que entregar las muestras. Entre ellos, yo. Por suerte, he descubierto que al personal nos lo hacían aparte, lo que me ha permitido hasta desayunar aún antes de llegar al curso.

Ha sido una de esas mañanas de antaño, en la que ver diapositivas de Power Point, una detrás de otra, sólo que parece ser que esta vez vamos a cobrar por ello. Quién lo iba a decir. Al empezar, un señor muy majo nos ha contado la organización de la urgencia y como se debe historiar a ese tipo de pacientes. Al final le he preguntado que debíamos hacer si nos encontramos con una emergencia, y me ha dicho que llamar al adjunto y activar la emergencia. La verdad es que no tengo nada claro como se hace eso (lo de activar la emergencia, digo)... ¿A voces, como en hospital central? ¿Qué pasa si se me para un paciente en la consulta? ¿Llamo al 112? Menos mal que siempre habrá una buena enfermera cerca con más experiencia y sobre todo que espero no verme en esa tesitura...

Luego unas clases de electros y un poco de cardio. Justo una de las cosas que mejor llevo de la carrera, que ya podían haberme dado de cirugía, que es de lo que claramente no tengo ni repajolera idea, y me hace más falta ahora mismo, pero no, ha sido cardio. Como soy una yonki de la cardio no me ha importado. He aprendido una cosa nueva, bueno, alguna más, pero esta me ha encantado. Resulta en que los pacientes con bloqueo de rama izquierda que no sea de reciente aparición, el electro no es valorable, hasta aquí nada nuevo. Es por eso que no se hacen ergometrías a estos pacientes, entre otras cosas. Pues bien, resulta que puede tratarse como un síndrome coronario con elevación del ST si existe una elevación o descenso del ST de más de 1mm en derivaciones con QRS concordante o de más de 5mm en las que el QRS no sea concordante. Esto para mí ha sido una información totalmente nueva. No digo que lo sea, pero yo lo desconocía.

Otra cosa importante que he aprendido es que en consumidores de cocaína el manejo del SCA es especial. No se dan betabloqueantes, para evitar el vasoespasmo, se utilizan benzos, y se detiene la terapia de reperfusión.

Mañana más, espero que en algún momento la cosa se haga un poco más participativa, porque lo del Power Point es demasiado pasivo para mi gusto, aunque de momento está siendo interesante. Lo mejor de todo es que puedes evaluar a quienes dan las charlas, lo que indica que se preocupan por la formación que nos dan, y que tienen ganas de hacerlo bien. Esto de las encuestas sólo lo hacen los mejores. Me habría quedado muy a gusto evaluando a alguno de los profes de la carrera, pero no te daban esa opción...

En fin, que mañana más. De momento, otra semana sin busca...

jueves, 20 de mayo de 2010

Erre uno

Eso es lo que soy oficialmente, aunque no me sienta aún demasiado cómoda dentro del pijama. Y no es sólo porque muchas veces me lo piso por ser pequeña, y es que la cirugía está hecha para gente grande, o al menos estaba. De todas formas, hoy he descubierto que algunos pijamas son más pequeños, ¡y me valen! Pero ese no es el tema, que me desvío...

El caso, es que ya soy residente. Ha llegado ese día que parecía que nunca iba a llegar y he ido a pedir ropa, zapatos y me los han dado sin tener que pelearme con nadie, algo impensable en mis tiempos en el Clínico. Me han dado las claves para ver las historias, las pruebas y las revistas on line, aunque hasta que lleguen uso las mi erre dos, que se ha convertido en mi ángel de la guarda. Y es que pocas veces me he alegrado tanto de ver a una persona como cuándo le he visto llegar a él esta mañana a la sala.

Os cuento la situación: Adjunta saliente de guardia buscando a alguien a quien pasarle el busca. Yo, que tonta de mí, prefiero llegar antes al hospital para familiarizarme con todo (ya que sigo perdiéndome cada dos por tres), otro adjunto madrugador, y seguidor a veces de este blog, pero que tenía que meterse a quirófano, y me empieza a contar un caso clínico, que estaba "abajo", para dejarme el busca. Creo que le he dado un poco de penita cuando al acabar de hablar le he pedido que me definiera, a qué se refería con "abajo" exactamente... Y yo pidiéndole al cielo que llegara Melendi ya, que es como llaman a mi erre dos (aún no he descubierto mi mote, pero sospecho que lo habrá). Gracias a Dios se ha abierto la puerta y ha aparecido...

En fin, se que no falta demasiado para el momento en que no pueda evitar coger el busca y tenga que ver yo sola a mi primer paciente, pero... ¡Hay tantas cosas que no sé! Para empezar, el teléfono al que voy a llamar a mis adjuntos cada vez que vea a un paciente y tenga dudas, que de momento será prácticamente siempre.

Mañana no trabajo, porque tengo que ir a una recepción de bienvenida, y a unas conferencias. Así que puedo relajarme un poco mientras asumo la posibilidad de que cualquier día de la semana que viene el busca puede caer en mi bolsillo, y repaso los capítulos de arriba y abajo de barrio sésamo y me aprendo los niveles en los que está dividida la urgencia.

En fin, con un poco de suerte, puedo pasar algunos días más con Melendi, y aprender más cosas de él, porque me parece increíble que en un año yo vaya a saber hacer sola todo lo que él hace, por no hablar de nuestra erre cuatro de la que estoy a años luz de distancia.

En fin, el que no sabe nada no duda de nada... Yo debo saber muchísimo, porque sólo tengo dudas...

¿Qué tal os ha ido al resto de erres?

miércoles, 12 de mayo de 2010

On Holidays, yet...

Bueno, pues, como es obvio, he estado algún tiempo desconectada. Os resumo en lo que han quedado mis vacaciones, para que veáis, que algo he hecho...




- Algo útil: Por fin tengo carnet de conducir, después de unas cuantas horas al día al volante. Menudo sprint, para sacármelo. Además renové el DNI.

- Algo relajante: 4 días en la playita tomando el sol y hasta bañándonos en Mayo. Gracias a la gentileza de Blanch y al paraguas de El Campello.

- Algo femenino: Por fin he ido a la peluquería, me corté el pelo, me eché mechitas, y me he comprado unas sandalias súper monas.

- Algo productivo: Hice una comparativa entre las diferentes ofertas bancarias por domiciliar la nómina, en la que creo que sale victorioso BBVA, que además de no cobrarme comisiones y pagarme el 2% de mis principales recibos me regalan una tele de 19".

- Algo rentable: Conseguí que vodafone me regalara un teléfono de alta gama, por no portarme a otro operador.

- Algo social: Saqué tiempo para salir por ahí con mis amigos de siempre, en Ciudad Real, y he disfrutado de mis compañeras y amigas de carrera, ruta de la madera incluida.

- Algo para mejorar el currículum: Informarme sobre los cursos de doctorado de la UCM, aunque parece que con esto de Bolonia lo que hay que hacer es un Máster...

- Algo pendiente: Ir a ver a mi padrino de promoción a contarle que conseguí entrar en cirugía, y de paso saludar a los cirujanos de mi antiguo hospital que andaban por allí.

Por hacer aún están:

- Ver el partido de esta tarde e irnos a celebrarlo a Neptuno.

- Irme con mi hermana a celebrar su cumpleaños a Sevilla este fin de semana.

- Comprarme algo de ropita para la nueva temporada, que ya es hora.

- Encontrar algún sitio donde me dejen montar a caballo, que tengo mucho mono.

- Preparar todos los papeles, para empezar, ya. ¡Qué miedito!

Parece que este periodo de descanso toca a su fin, para dejar paso a una nueva etapa en mi vida.

La foto es de la cascada en la que nos bañamos en África, uno de esos momentos de felicidad suprema de los que hay pocos a lo largo de una vida, y que espero no olvidar nunca...

Como siempre: Continuará.

viernes, 30 de abril de 2010

Papá, ¿Por qué somos del Atleti?

No tengo más remedio que dedicar esta entrada al que ha sido siempre el equipo de mis amores. El miércoles sufrí viendo el partido del Barça y ayer sufrí mucho más. Y es que ser Atleti debería ser considerado factor de riesgo cardiovascular. Y quien iba a decirlo, hoy somos el único equipo español en Europa, y el único metido en dos finales. Aunque tras el segundo gol en Anfield al comienzo de la prórroga, tuve mis dudas, pero así es este equipo. Y es que "para entender lo que pasa hay que haber llorado dentro, del Calderón que es mi casa". Os dejo un montaje sensacional que he descubierto en Youtube con la música del himno del centenario y la letra del gran Sabina (Y encima ganó Nadal):



Aquí me pongo a contar
motivos de un sentimiento
que no se puede explicar.
Y eso que no doy el tipo
de hincha rapado y violento,
pero que gane mi equipo...

Para entender lo que pasa
hay que haber llorado dentro
del Calderón, que es mi casa
o del Metropolitano,
donde lloraba mi abuelo
con mi papá de la mano.

Maneras de aguantar,
maneras de crecer,
maneras de vivir,
maneras de soñar,
maneras de aprender,
maneras de sufrir,
maneras de palmar,
maneras de vencer,
maneras de sentir,

Qué manera de subir y bajar de las nubes,
¡qué viva mi Atleti de Madrid!

Ufarte, Kiko, Juninho, Capón, Ayala, Burgos, Heredia,
Antic, Leivinha, Adelardo, Toni, Simeone,
Grifa, Pereira,
Peiró, Calleja, Ovejero
rematando de cabeza,
Zapatones de Hortaleza,
Ben Barek y Caminero,
Paseo de los melancólicos,
Manzanares cuánto te quiero.

No me preguntes por qué
los colores rojiblancos
van con mi forma de ser.

Ni merengues ni marrones,
a mí me ponen las rayas
canallas de los colchones.

Mira si soy colchonero
que paso por Concha Espina
como pasa un forastero.

Como los indios okupas
que acampan con sus banderas
en la ribera del Pupas.

Maneras aguantar,
maneras de crecer,
maneras de vivir,
maneras de soñar,
maneras de aprender,
maneras de sufrir,
maneras de palmar,
maneras de vencer,
maneras de sentir,

Qué manera de jugarse en el derby la pelvis,
¡qué viva mi Atleti de Madrid!

Solozábal, Súper López, Rivilla,
Santi, Jayo, Aguilera,
Vavá, Gárate, Mendoça, Futre,
Collar, toma delantera!
Despejan el juego sucio
un par de huevos de Lucio,
gambetas de Rubén Cano,
dos tetas de gran hermano
y el principito heredero
corazoncito de colchonero.

Por la Intercontinental
pide la clase de tropa
otra Recopa en el bar.

Ni perdemos los papeles
ni cambio por mi Neptuno
tu pasarela Cibeles.

Cumpliendo cien años andas
y estás más joven que el niño
que galopa por las bandas.

Y la afición a tu lado
porque es adicta al veneno
del balón envenenado.

Maneras de aguantar,
maneras de crecer,
maneras de vivir,
maneras de soñar,
maneras de aprender,
maneras de sufrir,
maneras de palmar,
maneras de vencer,
maneras de morir,

Con cantera y sin dinero somos los primeros,
¡qué viva mi Atleti de Madrid!

Atlético de Aviación, que pasó,
un siglo de horas de vuelo
dos años en el retrete tras un doblete
rozando el cielo,
volando hasta la buhardilla,
jodido por los riñones,
hundido en la alcantarilla,
acariciando balones,
se infartan en la ribera
del Manzanares los corazones.

Maneras de aguantar,
qué maneras de crecer,
maneras de vivir,
qué maneras de soñar,
que manera de aprender,
qué manera de sufrir,
qué maneras de palmar,
qué manera de vencer,
qué manera de morir,

Qué manera de subir y bajar de las nubes,
¡qué viva mi Atleti de Madrid!
Con dinero y sin dinero somos los primeros,
¡qué viva mi Atleti de Madrid!
Qué manera de viajar a la gloria gritando,
¡qué viva mi Atleti de Madrid!

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