He llegado a casa totalmente rota después de una guardia de no dormir y con la sensación de estar a ratos dándome de cabezazos contra un muro.
Una noche para no repetir, de esas que te hacen plantearte la cantidad de gilipolleces por las que nos preocupamos diariamente.
Es una de esas noches en las que una crece un poco, y repaso mentalmente todo lo que pude hacer mejor.
El resto no está en mi mano, el que quiera entender, que entienda...
aish... no sé, pero por lo que dejas entrever parece que fue realmente dura, a veces pasan cosas que nos cambian por dentro
ResponderEliminarun beso grande!
Se entiende, se entiende...=/
ResponderEliminarpasate por el blog de otro estudiante de medicina
mymedspace.blogspot.com
Y bueno, la cirugia -la medicina en general- es asi. Somos humanos y tenemos nuestros alcances y nuestros limites (de adolescente una de las bromas que escuche fue "no somos dioses, aunque lo parezcamos"), lo importante en mi concepto es dar lo maximo que una pueda dar en cada momento, en el topico, en quirofano, en piso, etc. Y eso aplica tambien para la vida-afuera-de-la-puerta-del-hospital. Saludos cordiales,
ResponderEliminarEduardo