En cirugía, como en la vida, hay muchos tipos de personas.
(Tema recomendado por mi asesor musical particular)
Y por supuesto, están los extremos. A un lado los que siempre creen que la culpa de que las cosas vayan mal es de otro, del instrumental, del paciente, de otro especialista… En ningún caso de uno mismo. No merecen más líneas.
Al otro extremo están mis favoritos, los que son capaces de hacer que lo imposible parezca fácil. Los que ante los problemas piensan en que pueden hacer para ayudar, y no en de quién ha sido la culpa. Los que son capaces de mantener la calma en medio de la tempestad. Los que son impecables en la mayoría de las cosas que hacen, y si no lo son (no siempre se puede), al menos lo siguen intentando.
Llevo un par de semanas muy cerca de estos grandes genios, y hacen que salga cada día con la sensación de estar haciendo lo que debo en el sitio adecuado. Hacen que vuelva a casa con ganas de seguir estudiando para aprovechar el tiempo. Hacen que me dé cuenta de todo lo que me queda por aprender, y que me levante por las mañanas con hambre de cirugía. Hacen que se me olvide que otros días fui a trabajar sólo por el dinero que me pagaban.
A todos ellos: GRACIAS