Será que hace mucho que no escribo, y he perdido esta, que era una muy buena manera de hacer terapia, y que las guardias acumuladas me hacen aumentar la mala leche hasta límites desconocidos hasta ahora. Será que tengo mal carácter o problemas de actitud quien sabe. Será que yo me equivoco y en mundo de los cargos de alto mando puestos a dedo al personaje de turno más fiel al que ahí lo puso no sirve de nada la honestidad y la lucha por unos principios a los que unos pocos no vamos a renunciar. Será que en este puto país en el que se está convirtiendo mi querida España no vale de nada el trabajo bien hecho. Será por eso que la gente válida esta subordinada a capullos corruptos e interesados, o en la cola del paro... Quién crea que exagero que ponga el telediario.
En fin, será que la equivocada soy yo. Es por eso que en esta entrada voy a intentar evitar los temas que hacen que haya quien, preocupadísimo por mi futuro laboral, tenga conversaciones conmigo, aconsejándome, ya que nadie quiere contratar a alguien conflictivo, y menos como están las cosas, sobre la idoneidad de las entradas de éste, mi querido blog, por cierto, personal.
En fin, como hay cosas que cada vez que me pongo a pensar entro en un bucle perpetuo de indignación voy a evitar ciertos temas. Es por eso que no voy a centrarme en como llevo todo el fin de semana viendo pacientes hacinados en la urgencia mientras en la planta cierran pasillos, ¿para ahorrar?. Es por eso que no voy a mandar a tomar por culo a los que critican a un compañero (aunque para eso primero debieran buscar esa palabra en el diccionario), sin antes mirarse al espejo. Es por eso que no voy a contaros la tristeza que tengo cada día que pasa y soy consciente de que el tiempo pasa y no avanzo en mi formación como debiera.
Así, pues, voy a centrarme en lo positivo. En este tiempo sin vernos, he disfrutado bastante de lo que sí es un ejemplo cojonudo de la eficiencia sanitaria, el Servicio de Cirugía Vascular y Angiología del HSO. Nunca he visto a tres personas sacar adelante tanto trabajo y tan bien hecho. He disfrutado como una enana, y no ha habido día que me haya ido a casa sin aprender algo. Y me sirve en las guardias. Y hasta he aprovechado para escribir algo que puede que me publiquen, que tras tres años ya era hora de mandar algo. Y por cierto, muy útil también el tiempo pasado con los intervencionistas, a veces hasta he creído estar en un hospital de nivel 1.
He hecho varios cursos, incluyendo uno de infecciosas que me sirve como inicio a otro más intenso que quiero hacer. Y he aprendido a hacer una buena búsqueda bibliográfica, gracias a los que me preceden. He leído más que nunca, aunque hay un millón de temas sobre los que no tengo ni idea. Y he aprovechado para hacer sesiones, y gracias a los compañeros de rayos he repasado temas que me quedaban lejanos.
Le voy perdiendo el miedo a las vías centrales, y es que marcarse objetivos tiene resultados, a veces. Y no se me da mal diagnosticar, con pocos datos, a veces. Si os digo la verdad es la parte que más me divierte del trabajo. Que para mi sigue siendo el mejor del mundo, a pesar de todo.
En fin, agotada, pero una vez más satisfecha, aunque por supuesto, todo es mejorable. Y creedme si os digo que soy la más consciente de mis fallos, y para mí, es la opinión que sirve.
Y a los que vienen por detrás, me voy a permitir aconsejarles, aunque yo no sea el mejor ejemplo de actitud, un par de cosas. En cuanto a la actitud, nunca, nunca, nunca, he dicho NUNCA se critica a un compañero, ni se le abandona. Aprended de los errores del de al lado y corregirlos, sin olvidar que todos somos susceptibles a equivocarnos. Y pase lo que pase, nunca dejéis de hacer lo que se debe con un paciente, por mucha que sea la presión y por poca motivación que tengáis o que os digan que tenéis. Os digo esto porque es lo único que te permite ir con la cabeza muy alta y dormir tranquilos. Aprended a decir: no lo sé, también es importante. Ser un fantasma tiene su castigo. Y buscad lo que no sepáis, porque es la única manera de conseguir una buena aptitud, que es a lo que aspira cualquier residente, de lo que sea, en cualquier lugar del mundo.
Y ya sabéis, el camino se hace de una única manera... Caminando...
Volveré...