En estos últimos años veo como prosperan aquellos que intentan dominar el mundo a base de controlar los miedos de cuánta más gente mejor. Lo hacen a diario en Oriente Medio, y nos toca especialmente cuando pasa en sitios que hemos vivido, o que estamos hartos de ver en las películas, como New York, Madrid, Londres o París. Inevitable que no se sienta uno más vulnerable cuando ha pasado por esas ciudades y sólo una cuestión de suerte hizo que no fuera en el mismo momento que el ejército del miedo.
Miedo es lo que tratan de imponernos. Con miedo nos quieren controlar. Unos y otros. Los malditos responsables de cientos de desgracias y los indirectos responsables. Ayer oía un discurso, de una política francesa, a ver si adivináis quién es. Decía que un inmigrante hoy es un terrorista mañana. Y tengo que confesarlo, me subió un escalofrío muy parecido al que sentí al ver a las víctimas de New York, de París, de Madrid. Eso sí que me da miedo. Quizás porque ahora soy inmigrante y quizás porque soy una persona sensible.
Pues señora, yo soy inmigrante hoy. No tengo pensado ser terrorista. Ni hoy, ni mañana ni nunca. Las personas como Vd son las que fomentan los odios. Las que hacen que se margine a los niños que tienen acento distinto. Las que diseñan políticas donde ciertas familias siempre salen perdiendo. Ojalá el ser humano por una vez me sorprenda y no deje manipularse como ya lo hiciera no hace mucho. Vd señora es la que tiene la culpa de que haya gente vulnerable, sobre todo de ciertas edades, que sean carne fácil de cañón para otros desaprensivos que no son peores que Vd, que teniendo una posición donde puede ayudar, decide avivar la llama del odio y resguardarse en los miedos más arraigados de cada especie. El miedo al otro.
He tenido la suerte de conocer a lo largo de mi vida a muy buenas personas de casi cualquier religión. Musulmanes, judíos, hindúes, vuduistas, chamanes e incluso drusos con los que me he sentado a comer y por una cuestión de educación y geografía a un montón de cristianos. Y a muchos que no tenían claro en que creían o simplemente no creen en nada. He tenido la suerte de conocer que hay muchas formas de ver la vida. Y que hay muchas buenas personas y que eso no tiene nada que ver con la religión a la que estén adscritos, el país en que hayan nacido o el idioma que hablen.
Lo que está pasando en Siria es trágico, muy trágico. Ojalá que no le pase a Vd en su casa. Ojalá que nunca le traten como Vd está recomendando a los demás que hagan. Es una lástima que haya gente que la vea la oposición al imperio del miedo de los radicales. Para mí no hay diferencia entre Vd y ellos. Todos Vds quieren dominarnos con el yugo del miedo. Y al menos conmigo y algunos otros, lo siento, pero no lo van a conseguir. Ni Vds ni ellos. Pueden volver al lugar subhumano del que proceden.
Totalmente de acuerdo, vivimos en una burbuja..dormidos.
ResponderEliminarTotal y absolutamente de acuerdo: un dirigente político que busca explotar y aumentar el miedo de la gente para promover el odio hacia quienes son diferentes no es en nada diferente de cualquier terrorista. Ambos se valen del miedo y el odio hacia quienes son, piensan, creen y hablan diferente.
ResponderEliminarY no: yo tampoco se los concedo. No voy a ser peón de ninguna campaña de miedo y odio; no voy a dejarme manipular ni por políticos ni por terroristas. Ya me acostumbré a convivir con gente diferente, a respetarla en sus diferencias y a apreciarla por sus cosas buenas. No podemos permitirles que nos manipulen y nos usen de ese modo para promover su propia agenda de odio.