Una de las cosas que más siento de estar lejos de la familia, es que me pierdo ver crecer a mis primos. Las mayores ya están echas unas auténticas mujercitas de armas tomar...
Hoy os voy a hablar de mis primos los mellizos. Son un chico y una chica, y tienen 11 años. Es una edad preciosa, porque aún no están con el pavo propio que todos hemos pasado y del que alguno no sale nunca, pero tampoco son niños ya. El caso es que la última vez que estuve en casa, tuve tiempo de pasar un ratito con ellos.
Los dos son muy inteligentes, y de verdad que no es porque sean mis primos, eso se nota. Mi primo, es mucho más calmado, no soporta una injusticia, y no obedece órdenes si antes no le explicas detallamente el porqué. El caso es que tenía un examen sobre virus y bacterias al día siguiente, y le estuve comentando un par de cosillas. Es impresionante la capacidad de asimilación que tiene, es como una esponja que absorbe todo lo que le parece interesante.
Ella tiene muchísima energía. Le cuentas algo y lo enlaza con un montón de cosas que en muchos casos a priori no tienen mucho que ver, pero con bastante sentido. Salta de un tema a otro con una velocidad impresionante, y aunque no lo parezca, sigue prestando atención a lo anterior. Vamos, que es un poco multitarea, como windows, pero sin colgarse. Tiene muchísimo carácter, y le irá bien porque hace lo necesario para conseguir lo que se propone.
Son muy diferentes entre ellos, pero los dos brillantes. Vamos que no os haceis una idea de lo que se puede aprender con ellos en un ratito. Si no les afecta demasiado la adolescencia, estoy segura de que podrán hacer lo que quieran.
Windows multitarea??? pffffffffff
ResponderEliminar"Si no les afecta demasiado la adolescencia, estoy segura de que podrán hacer lo que quieran." Jajaja
ResponderEliminarLo mejor de esas edades es que todavía son lo bastante pequeños para querer jugar y empiezan a ser lo bastante mayores como para empezar a cuestionarse determinadas cosas de la vida.