Translate

sábado, 27 de marzo de 2010

Divina providencia

He de decir que he vuelto de África con una fe renovada. Fe en las personas que forman mi Iglesia, ya que sin ellos lo habríamos tenido muy difícil. Ha querido el destino que sean ellos quienes aseguraran nuestro bienestar a lo largo del camino.

Todo empezó cuando al llegar allí, la organización que nos había llevado hasta el lugar más inhóspito del mundo, la fundación "Vie pour Tous", nos abandonó en un lugar donde nuestros suministros de comida no estaban asegurados, a excepción de los 25 kilos de arroz, algunas piñas y unas pocas latas de tomate. Parece ser que el trato que habían hecho en España de ocuparse de nuestra manutención a cambio de que nuestra asistencia sanitaria fuera gratuita, se les había olvidado. El caso es que allí nos quedamos, sin agua potable, con luz a ratos y con comida limitada, sin volver a saber nada de ellos hasta que no tocó volver a casa. Tampoco nos habían dejado cambiar dinero, así que no teníamos francos CFA que poder gastar en nuestra manutención.

Así las cosas, y cuando ya lo poco que teníamos (leche en polvo, cacao, galletas y hasta batidos de cuidados paliativos que habíamos llevado desde España), se acabó, recibimos un e-mail de unas monjas panameñas, de la Pequeña Familia de María, con las que habíamos intentado contactar antes de llegar a Benin. Una llamada de teléfono y al día siguiente se subieron en un coche las 4 horas que las separaban de dónde vivíamos, con el maletero lleno de comida, dinero para que pudiéramos cambiar y hasta cervezas. Ese día si que vino Dios a vernos. Ellas tenían un dispensario en Natittingou, y estábamos seguras de que harían mejor uso de todo el material médico que habíamos llevado desde Madrid, así que a ellas se lo dimos. Además conocían a gente en Banikoara, por lo que a partir de entonces tuvimos contactos que nos acompañaran a comprar o nos enseñaran cosas básicas en la vida africana (véase la entrada de como matar un pollo).

Incluso nos organizaron el viaje por la Pendjari, que fue un jarro de agua fresca que renovó nuestras fuerzas en medio de tanto calor. Cuando íbamos hacia el parque natural, dormimos una noche con ellas. Nos dieron hasta natillas, ¡qué ricas! y una cama con mosquitera donde pasamos la noche. Nos enseñaron el hospital que están haciendo para descargar un poco al de Tangietta, que es una estructura admirable. Limpio, grande, con luz, y con unos recursos muy bien gestionados. Vamos, un sitio donde hacen mucho bien.

Al volver de ese viaje, aprovechamos para visitar el hospital de Tangietta, centro de referencia del país, y de los de alrededor, muy bien organizado. Allí nos recibió Sor Cristina, de Parla, yo sabía de ella por Pascual al que tuve la suerte de conocer por casualidad cuando me acerqué al hospital de Ciudad Real para ver como andaba el servicio de cirugía. La religiosa nos enseñó los recovecos de las instalaciones, antes de ofrecernos otro vaso de agua fría esta vez con el sabor que deja en ella el sirope de baobab. Viene a ser algo así como las lembas del camino, para los que conozcais el Señor de los Anillos.

Tras este viaje volvimos a nuestra vida en Banikoara. De nuevo quiso la divina providencia encontrarse en nuestro camino, cuando Javi habló con su madre, que es enfermera en el Clínico, y habían tenido como paciente a un cura español, que trabajaba en Bembereké, a medio camino entre Banikoara y Parakou, y que iba a volver al país africano tres días más tarde. Como nos dejó su teléfono, le llamamos, y nos pusimos en contacto con él.

Cuando vino a recogernos un chófer de la fundación (aparecieron de nuevo después de que ya habíamos pedido ayuda al consulado de España en Benin, ante la perspectiva de poder perder el avión), le pedimos que parara allí, porque teníamos un recado (lo que se conoce como hacer la 3-14) Una vez allí, bajamos el equipaje y les dijimos aquello de: "¿Sabes contar? Pues no cuentes conmigo" y nos quedamos en la misión española que el padre Alejandro ha construido allí. La verdad es que es increíble lo que ha conseguido ese hombre, que lleva allí solo 7 años. Bueno, solo no está, porque se ha buscado amigos africanos a los que ha enseñado a hacer paella y una de las mejores tortillas de patatas que he probado en mi vida.

Este sacerdote, ha montado un internado donde los chavales pueden estudiar, y hasta dormir en camas, algo que en África es muy poco frecuente. Hay aulas, biblioteca, y les ayuda con la comida cuando se quedan sin suministros. Vamos, que allí ves que el dinero que se manda sirve para hacer algo bueno y no sólo para sacarlo un poco más blanco, como era el caso de la fundación que nos llevó hasta allí.

El padre nos dejó dinero para volver, que ya le hemos transferido desde España, nos acogió en su casa, y nos enseñó que hay personas que trabajan en silencio entregando su vida por una causa en la que creen. Fue nuestro último ángel de la guarda, de los que no nos faltaron a lo largo del viaje.

Gracias a toda la buena gente que forma nuestra Iglesia.

4 comentarios:

  1. Hola,
    He leido con atención los arículos relacionados con vuestra estancia en Benin y son tantas las cosas a comentar que no se por donde empezar...

    En primer lugar esta claro que como mucha gente que va a ayudar a los paises más pobres del planeta, y Benin es uno de ellos, vais "sobraos", con esa soberbia de "somos la leche" y lo nuestro es lo mejor, vais alli con el chip "occidental" y eso se nota en los comentarios. ¿Qué esperabas comer alli, marisco? Si te han dado de lo poco que tienen, encima no les pongas peros, que alli seguramente coman bastante menos de los 25 kilos de arroz, piñas y tomate. Comiste natillas, ¿preguntaste acaso si las comian los demás?
    Decir Africa cuando en realidad estas hablando de la dificil situacion de un solo pais, es como decir que en Europa todos somos toreros y folclóricas, si sólo has visitado España. Generalizar es una falta de respeto hacia la gente de ese continente.
    Igual que burlarse de sus costumbres, si un rey de alli te parece un patriarca gitano, se te ve bastante el plumero (con toquecito racista incluido), a lo mejor alguien de Benin podria escribir en un blog que ha visto en España a unos sádicos sacar una imagen de una persona crucificada y medio muerta, y encima encapuchados para que no se les conozca. El desconocimiento de una cultura no significa que te puedas burlar de ella, si ellos lo hicieran de la nuestra tu pondrias el grito en el cielo no?.
    Decir que un hospital o centro de atención es el Bronx es algo también fuera de lugar, si yo oigo Bronx puedo asociar cosas como bandas callejeras, tiroteos, yonkis, (y aun asi podria equivocarme, nunca he estado) y no he leido nada de eso en el blog.
    No todo es malo, por supuesto, el trabajo que habéis hecho alli ha sido muy bueno sin duda, pero ¿crees que era necesario poner esas fotos (las del accidente del niño)? ¿has tenido en cuenta al niño cuando lo hacías? Hay una serie de derechos del niño, como el respeto a su intimidad e imagen sabes? Leo el articulo y solo veo "eh, mirad que bien lo he hecho" y después pongo las fotos en plan trofeo, como si hubiera ido de safari.La dignidad de las personas esta por encima (o deberia estar) de todo lo demás.
    Por último no quiero terminar sin hacer alusión a la acusación de blanqueo de dinero que haces a la fundación "Vida para todos", absolutamente falsa, y sin pruebas, ya que me consta que trabajan con total transparencia, ¿has tenido en cuenta el esfuerzo que puede suponer alli el poder disponer de vehiculo y chofer? una vez mas crees estar en occidente, pero esto es Benin, pais pobre por culpa de los "blanquitos desteñios" del norte, no olvides esto último.

    ResponderEliminar
  2. (Hago este comentario en dos partes porque no me deja extenderme lo suficiente en una)

    Hola:

    Perdona que no me dirija a ti por tu Nick, pero me parece soberbia por tu parte apropiarte del nombre de una nación tan bella como la que nos acogió, y no es la tuya la opinión que guardo desde luego de Benín y de sus gentes.

    La verdad es que ni siquiera sé si has estado alguna vez en Benín o por lo menos en África, te agradecería me lo aclararas, para poder hablarte de las cosas como lo haría con alguien que conoce la estructura de las organizaciones de allí o dirigirme a ti como alguien que sólo imagina sin tener mucha idea de lo que se cuece en realidad (esto lo digo totalmente sin ánimo de ofender, pero es que yo misma hasta hace muy poco no tenía ninguna idea de muchas de estas cosas, que no es lo mismo vivirlo a que me lo hayan contado).

    Leyéndote me has recordado un poco al chófer de la fundación, pues usas argumentos muy parecidos a los que nos dio después de habernos dejado tirados 35 días y decirnos que pensaba que no aguantaríamos allí ni una semana. Que ni nos llamó ni nos cogió el teléfono muchas de las veces que lo llamamos. Es cierto, estábamos en un país muy pobre, y desde luego que yo no pido marisco, ni caviar, ni un solomillo bien hecho. Para eso me habría ido a un resort en el Caribe o mismamente a Galicia. Es por eso que me sorprendió que gente que no tenía de nada, nos abriera las puertas de su casa, para invitarnos a ñam pilé, o a un plato de pasta picante a las 10 de la mañana, que me supo a gloria bendita. Es por eso que no entiendo que la organización que recibió sumas de dinero bastante importantes para nuestra manutención (si esas sumas me parecen importantes en España, no te quiero decir lo que supone eso en Benín) no se lo gastara en ello, y tuvieran que hacerlo enfermeros, pacientes y médicos, que nos dieron todo sin pedir nada a cambio. Si hasta el chófer de la ambulancia nos regaló 2 pollos al ver que no teníamos para comer. Mucha, mucha gente buena. Y mientras tanto el dinero que gente con su mejor intención dona en España, esperando que sirva para hacer algo bueno se lo están gastando unos pocos en otros fines, en los que no pienso entrar, porque de eso ya se encarga el juez, y este no es lugar. Es allí dónde presentaremos las pruebas, y ya valorará él si son concluyentes o no.

    ResponderEliminar
  3. Segunda parte (ya sé que dicen que nunca fueron buenas):

    Las natillas nos las dieron las religiosas en Natittingou (que nada tienen que ver con la fundación "Vie pour tous"), sin ellas, lo habríamos pasado muy mal, porque ya llevábamos una semana sin comer prácticamente nada de proteína, ni lípido, porque un plato de arroz no hace que te quedes saciado, si además de postre tienes arroz con leche (en polvo).

    Releo mi entrada y no veo ningún comentario negativo hacia los gitanos, lo cual no me sorprende, porque es gente a la que admiro y entre los que tengo algún amigo. De hecho, muchos de los amigos de mi padre son gitanos, y hace unos años trabajé con niños de esta etnia (http://alandarsehaceelcamino.blogspot.com/2009/07/cuarto-mundo.html), por lo que cuando comparo lo hago para que gente con mi cultura occidental pueda tener un referente lo más parecido posible aunque salvando muchas distancias y saber a lo que me refiero. Lo siento si gitano te parece una palabra despectiva, yo soy un poco gitana, y estoy orgullosa de serlo (de hecho lo estoy más que de ser bature), y de que mis antepasados hayan sido negros, porque ojala tuviera yo la mitad del valor y coraje que me ha demostrado tener la mujer africana.

    Me acusas de burlarme de una cultura, y la verdad es que no veo exactamente en que momento puede parecerte que lo hago. La africana, y particularmente la beninesa es una cultura con muchos valores que tristemente en España hemos perdido hace tiempo. La familia, el Honor, la religión, la tradición, tienen mucha fuerza en ese país, mientras que nosotros en occidente nos preocupamos por lo más superfluo. Respeto totalmente sus tradiciones, de las que podríamos aprender mucho, aunque me da pena como dije no haber entendido muchas cosas, aún lo sigo intentando y es que ha sido demasiado en muy poco tiempo, siento no tener una mente lo suficientemente preparada como para absorberlo todo así de rápido.

    El Bronx es nuestra forma cariñosa de llamar al centro de salud. Siento que no todo el mundo comparta mi humor, pido perdón al lagarto-perro, a la araña-escorpión o al insecto-pájaro si se han sentido ofendidos porque el ser humano les otorgue tremendos calificativos híbridos. Es el Bronx un sitio donde hemos pasado muy gratos momentos, dónde hemos respirado Benin, hemos vivido sus partos, sobre todo los post-partos, impresionantes en los que media hora después de parir una mujer cocinaba para todos los presentes, y es que como ya dije son una raza superior.

    ResponderEliminar
  4. y para terminar (al menos de momento):

    En cuanto a las fotos del accidente, no considero que lo hiciéramos bien. De hecho para mí fue muy frustrante no poder hacer nada, que fue lo que hice. Me hierve la sangre pensar que en Madrid la cosa habría sido distinta. Si molesta ver esas fotos, recomiendo que en lugar de entrar a un blog llamado “Aventuras de una joven médico” se entre en otros del tipo: “Secretos de cocina” o “Corte, costura y confección”, porque ya avisaba al principio que el contenido no iba a ser apto para todos los públicos (espero que no haya blogs con estos nombres, porque me temo sino la avalancha de comentarios que me puede llover).

    Gran parte de la culpa de que África esté así la tenemos los blanquitos del Norte, es cierto. No toda, porque sin sus guerras internas hasta es posible que Dahomey se hubiera convertido en un gran imperio, pero yo no sé nada como para juzgar eso. Igual que Sudamérica estaría mucho mejor si no hubiéramos ido nosotros a tocar las pelotas. Pero también es seguro que si Atahualpa y Huáscar no hubieran estado en plena guerra civil, otro gallo le habría cantado a Pizarro y compañía.

    No puedo borrar lo que han hecho otros, ni convencer a la gente de que renuncie a sus teles de plasma para que otros puedan tener un plato de comida que llevarse a la boca (ni veo cómo eso podría solucionar el problema). Yo he hecho lo que puedo hacer, lo que sé hacer, que es coger mi petate e intentar poner mi granito de arena con la mejor intención. No es mucho, lo sé, pero es lo que tengo. El problema es mucho más grande que yo, pero si todos pusiéramos un poquito a lo mejor el mundo sería un poco más justo. No puedo hacer que todo el mundo piense igual ni voy a estas alturas a intentar convencer a nadie, cómo sólo tengo potestad sobre mí misma, es sobre eso sobre lo que actúo.

    Me despido con esta cita:

    “Cuanto más tendemos a una vida moral elevada, más debemos recordar que el espíritu tiene sus raíces en las vísceras.”
    - Gustave Payot-

    ResponderEliminar

paper blog

Seguidores