Despedida a un catedrático... Capítulo 3º: DISCURSO

Ayer fue un día larguísimo. Para empezar, dejé de creer en la existencia del teletransporte, motivo por el cual me levanté a las 6:30. La verdad es que con los nervios apenas dormí. Llegué a clase de Preventiva, en la que se despedía nuestro cátedro. Hablaba de Gestión, aunque me costaba tomar apuntes, porque seguía pensando en cómo saldría todo. Conecté mejor cuando hizo una referencia a su Betis del alma...Y mira que ayer lo puso más fácil que otras veces, para tomar apuntes. Son los nervios del momento previo, la espera...

Al bajar a la clase donde estaba todo preparado, con una organización excelente, gracias a Pilar, Rebeca y toda la gente que se molestó en traer comidas y bebidas, empecé a mirar alrededor. No podía creerlo, ¡estaba allí hasta Diego Gracia! No sé con que excusa la bedel consiguió que bajara. Y de repente allí estaba, mirando la foto del caballo, que les pedí a mis compañeras que prepararan:



Aquí os pego mis palabras. Para los que nos pudieráis asistir:

"Buenos días a todos. Quería empezar este pequeño homenaje citando una frase de un gran maestro que dice así:

"¿No tienes enemigos? ¿Es que jamás dijiste la verdad o jamás amaste la justicia?"
S. Ramón y Cajal

Como Don Santiago, nuestro profesor ha demostrado una marcada noción de la justicia. Y como él ha defendido la verdad en todos los aspectos de su vida.

Parece que fue ayer cuando por primera vez hice la matrícula en esta casa. Aquel primer día de Julio, alguien me puso en las manos una revista con el título de “Fonendo”. Ya en uno de los artículos, hablaban sobre tres profesores especialmente difíciles de superar en la carrera. Al Profesor Puerta no tuve la suerte de conocerlo. El Dr. Boya, daba unas de las mejores clases magistrales a las que he tenido el placer de asistir.

Al Tercero de ellos, el Profesor Domínguez Rojas, lo he conocido este año. La verdad es que después de todas las leyendas que sobre él había oído, el nombre de su asignatura suscitaba en mí, y en la mayoría de mis compañeros, cierto temor.

Para sorpresa nuestra, en aquella primera clase, a la que todos asistimos puntuales como un reloj, pues nos habían advertido al respecto, nos encontramos a uno de los docentes más humanos que esta Institución tiene el honor de albergar. Clase a clase, hemos ido conociendo a este entrañable andaluz, al que se hace difícil no querer.

Llegamos al último paso. Después de tantos años por fin vislumbramos la luz al final del túnel. Como el niño que nace, estamos a punto de asomar nuestra cabeza a la vida. Es aquí cuando el ginecólogo hábil y experto, nos ayuda a hacer el giro de cabeza hacia el muslo derecho. Nos sujeta con sus manos firmes y nos da apoyo en este momento tan decisivo.

¡Cuántos médicos habrá visto alumbrar al mundo, nuestro querido Profesor! Maestro de Maestros. Ahora nos toca a nosotros. Cogemos el testigo que nos ha sido cedido e intentaremos hacerlo lo mejor posible.

Aprovecho este momento para darle las GRACIAS. Por haber sido un modelo ejemplar para muchos de nosotros. Porque tiene el mérito de haber llegado a lo más alto, únicamente con su trabajo y esfuerzo. Porque es capaz de defender unos valores que tristemente se están perdiendo cada día más en nuestra sociedad. Y por ser sobre todo justo, sin fijarse en colores ni apellidos.

Tras toda esta andadura, ahora entiendo que como Cajal, Ud responde a la figura del sabio profesor con ideas, y como Don Santiago, y a pesar de no ser siempre justamente reconocido, se ha ganado Ud nuestro profundo reconocimiento, admiración y cariño.

Se va de esta casa, y nosotros nos sentimos un poco huérfanos. Ojalá seamos dignos de ejercer esta que para mí es la profesión más bonita del mundo. Sólo me queda desearle suerte, y que Dios le bendiga. Muchas gracias."

Luego la camiseta del Betis, la placa, comida y bebida... Yo creo que se le gustó todo, y sobre todo, que después de lo que le habíamos hecho a primera hora, ya no se esperaba nada...

Gracias a todos los que participasteis. Y gracias por los cumplidos, ya sabeis que es lo que pienso, de otra forma me habría sido imposible defenderlo.

La verdad es que el año que viene voy a echar de menos a mucha gente...