Tú eras el huracán, y yo la alta
torre que desafía su poder.
¡Tenías que estrellarte o que abatirme…!
¡No pudo ser!
Tú eras el océano; y yo la enhiesta
roca que firme aguarda su vaivén.
¡Tenías que romperte o que arrancarme…!
¡No pudo ser!
Hermosa tú, yo altivo; acostumbrados
uno a arrollar, el otro a no ceder;
la senda estrecha, inevitable el choque…
¡No pudo ser!
¡Acuéstate y deja de escribir chorradas! jajaja
ResponderEliminarChorrada? esta poesia es una preciosidad. La lei hace años, y no la he podido olvidar
ResponderEliminarme encanta :)
ResponderEliminar