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miércoles, 27 de mayo de 2009

Ruta Quetzal


Hoy he recibido un mail, pidiendo mi apoyo a la candidatura de Miguel de la Quadra Salcedo al Premio Príncipe de Asturias de la Concordia.

Me ha traido muchos recuerdos... He entrado en la página de la Ruta y he revivido muchas sensaciones. Recuerdo aquel Domingo de Ramos en Sevilla, cuando recibí una llamada de mi madre para decirme que habían salido las listas y que mi trabajo había sido seleccionado. ¡Qué nervios...! Había hecho un trabajo sobre los Incas, y la verdad es que le había dedicado mucho tiempo (más que a alguna asignatura) y sobre todo mucha ilusión. Toda la que se tiene cuando se cree ciegamente en algo con 16 años. La portada era de madera contrachapada, cubierta con cuero. Entre mi padre y yo hicimos agujeros para poder coser el cuero con un cordón, de cuero tmb, y que no se viera la madera. Fuimos a la Atalaya de Ciudad Real a coger hojas de abeto. Las secamos, y entre mi madre y yo fuimos pegando y barnizando una a una hasta cubrir toda la portada por fuera. Después compré un poco de estaño y tallé en él un sol, Inti, Dios adorado por los incas.

Me lei mil libros, entre los que aprendí cosas tan curiosas como que para cerrar las heridas, los incas usaban hormigas, a las que hacían morder ambos extremos, y luego les cortaban la cabeza, que se quedaba unida a la piel. Eso será cierre por intención hormiguil... jejejeje

El Inca se casaba en primer lugar con su hermana mayor o "coya", con la que tenía descendientes que le heredaban...

Pero no quiero hablar de mi trabajo. Me he puesto a leer mi diario de Ruta, y algunos de los libros de crónicas que nos regalaron. Es increible lo que crecí en ese viaje. Aprendí a valorar lo más básico de la vida. Comida, agua y ropa, preferiblemente limpia... Aunque de verdad que lo importante es comer, jejeje. Te das cuenta de la gente que realmente importa en tu vida. En mi caso mi familia, mi hermana y mis padres a los que dedico gran parte de mi diario.

Es imposible describir todos los sentimientos, toda la evolución que sufrí en aquellos 2 meses de verano. "En busca del Spondylus, el oro rojo de los incas" Ese era en nombre de mi expedición, y también celebramos el aniversario del plan de paz entre Perú y Ecuador, en cuya firma había participado el Rey de España.

Escalé montañas, subí en globo, me puse una boa en el cuello (vaya momento), aprendí a montar y desmontar un campamento, me bañé en una cascada, di la mano al Rey, un tipo majo, por cierto, esquivé escorpiones, viví sin agua ni luz ni tecnología, pasee por la plaza de Cajamarca, sintiendo la derrota de Atahualpa frente a Pizarro, mientras un hombre que pasaba por allí se lió a tiros, que por suerte enseguida fue reducido por los militares que nos acompañaban (sin víctimas), es que era el cambio de Poder, después de que saliera Fujimori y entraba Toledo, las cosas estaban tensas...

Dormí en la selva y vi en persona la lucha de los árboles más altos por alcanzar la luz. Hice grandes y buenos amigos. Aprendí a hacer fuego en Atapuerca, a tirar flechas y a hacerme unas sandalias con unos juntos del río. Hice una casa de adobe, ayudé a trillar un maizal, comí cañas de azúcar que nos recogían los niños de Sipán, y degusté la melaza, el ceviche, el arroz con cui...

Vi hormigas de tamaños inimaginables, quetzales, y corridas de toros en Otavalo, y me acostumbré al uso de las letrinas, aprendí a montar caballos que marchaban a paso peruano, regateé en mercados, hice rappel, tirolina, y fui nombrada hija predilecta de Quito, Tumbes y algún otro sitio.

Compusimos mil canciones, reimos, lloramos, sentimos cosas hasta entonces inimaginables. Una de las mejores experiencias de mi vida, ya subiré alguna foto. Os dejo un enlace a una de las crónicas que escribimos.

7 comentarios:

  1. Hola:

    Yo también voy a enviar mi pequeño apoyo para Miguel de la Quadra-Salcedo...Espero vivir todas aquellas sensaciones de las que hbalas en tu post en la Ruta 2009 Chile-España para la que he sido seleccionado...

    Un saludo

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  2. No te puedes ni imaginar la envidia que me das, pero de estas que no son sanas y te corroen por dentro, jejeje.
    Qué experiencia más interesante.
    ¿No hay plazas para niños de 25 años? jajaja

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  3. Tuvo que ser espectacular. Supongo que cosas así te cambian la vida de alguna manera.
    Yo no tuve quetzal pero mis periplos por Europa con el Padre Joaquín tb estuvieron llenos de todo eso que dices. Nos ayudaron a valorar ciertas cosas de las que rara vez nos privamos, nos hicieron vivir sensaciones compartidas por muchos, nos ayudaron a amar Europa y sus peublos.
    Más de 10 años después todavía necesito mi ración de Europa cada verano, ya es mi vicio habitual...

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  4. Alberto, ENHORABUENA!!! Lo mejor de la Ruta no se puede escribir con palabras. Vas a vivir una experiencia inolvidable, y que te va a enriquecer seguro.

    Chocapic, mi consejo es que vayas como monitor, las pruebas para entrar son duras, pero merece la pena intentarlo. De hecho mi intención es volver como médico o como monitora, si puedo conseguir ese honor de nuevo.

    Fran, tú que has viajado por el mundo, sabes que una vez que empiezas a beber de otras culturas es imposible parar. Es una dulce droga, que va enriqueciándote poco a poco. Son esos pequeños momentos de felicidad y plenitud disfrutando de las pequeñas cosas, que hacen que la vida tenga sentido. Espero que compartamos algún viaje por el mundo, ir contigo debe ser ir aprendiendo todo el rato. Un besito.

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  5. Hombre, si lo digo de broma... aunque mira, yo miraría cómo es eso de poder ir de médico a la ruta Quetzal... jejeje
    La verdad es que tiene que ser una aventura bastante buena, aunque también creo que lo mejor es vivirla con 16 años o por ahí, y no como monitor, que estará también muy bien pero "no es lo mismo".
    También hay otras experiencias muy buenas como irse de Erasmus o de becas PYMA...

    Y la verdad, es que joer cómo te trabajaste el trabajo ese, hasta con su encuadernación chula y todo... jeje si yo lo intento ahoramismo a mi edad seguro que me sale un churro... jajaja

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  6. Me ha encantado tu entrada. Recuerdo cuando recibiste la llamada el Domingo de Ramos, viendo salir la Hiniesta... jeje, los días de nervios que pasaste, y la semana santa tan feliz.
    Era la primera vez que pasabas tanto tiempo fuera de casa, y te eche muchisimo de menos ese verano. Tambien recuerdo cuando fuimos a verte a boadilla, nunca olvidaré aquel abrazo (aunque olías a humanidad :p ) y el campamento alli montado, tu contandonos todo en 5 minutos, deprisa y feliz, y cuando volviste a casa añorando aquellos lugares...
    Creo que fue la GRAN AVENTURA de tu vida.

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  7. Jo, qué envidia, de verdad te lo digo. Es una de esas cosas que te acordarás toda la vida, porque debió ser increíble. Conocer tantas culturas, países, conocer a la gente... efectivamente cosas que te hacen crecer.

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