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miércoles, 14 de octubre de 2009

Estudiantes problemáticos: Mi edad del pavo

No suelo ver realitys, porque normalmente me aburre bastante ver a 10 personas sin nada mejor que hacer encerrados en una casa, viendo quien se liga a quien. En este caso, he hecho una excepción, porque me parece como estudio psicológico es muy interesante. Me he aficionado a Curso del 63, y me gusta.

La verdad es que yo nunca he sido lo que se dice una buena estudiante. Siempre he llegado tarde a clase. Me cambiaban de sitio mil veces porque nunca atendía, y siempre estaba maquinando con quienes me rodeaban. Encima era la típica tocapelotas, que cuando el profesor me preguntaba de qué estaba hablando, mientras yo no le hacía ni puñetero caso, era capaz de repetírselo todo palabra por palabra frustrando totalmente sus ansias de ponerme negativos.

Alguna vez me expulsaron de clase, a decir verdad fueron varias. En segundo de la ESO, un profesor con nombre de jefe de tribu apache, le dijo a mi madre, que yo no llegaría a nada en la vida. Le dijo algo así como: "Su hija no llegará a nada, y no es porque sea tonta, que sino ya no estaría aquí, es por falta de disciplina". Un día, en la jefatura de estudios, después de haberme expulsado, me dijeron que llamara a mis padres para que vinieran a recogerme. Yo le contesté algo así como: “Si Vd. llama a mi padre a casa, que ha llegado de trabajar a las 8 de la mañana para decirle que ha expulsado a su hija por usar el ascensor de profesores, mi padre se va a reír de Vd. en la cara, y como tenga que venir, al que no le va a hacer gracia es a Vd.".

La primera vez que me fui de botellón tenía 12 años. Cuando mi madre me preguntaba que adónde iba cuando salía y le decía que de botellón no se lo creía, y se reía, así que yo me lo tomaba a guasa. Total si no quería creerme que le íbamos a hacer. Poco importaba si después seguía sacando buenas notas.

Era la típica listilla. En cuarto, un profesor al que llamábamos "El litri" y no por su afición a los toros ni a cambiar bombillas, sino porque solía venir con alguna que otra litrona de más, me dijo que ya podía esforzarme por aprobar, porque con un 4,999 me suspendería. Al final de curso aprobamos 2, aunque al otro chico estuvo a punto de tirarlo porque no le gustaba su forma de escribir.

El caso es que de vez en cuando daba con algún profesor que era capaz de motivarme. En cuarto de la ESO, vino un profesor nuevo de lengua. Era un señor de unos 50 y tantos, con barba gris y pelo cano. Es uno de los mejores profesores que he tenido nunca. Recuerdo los debates en sus clases sobre la legalización de las drogas, o cuando nos enseñó a analizar metáforas de poesías. Luego nos hizo llevar a cada uno una canción que nos gustara para analizarla, yo elegí Calle Mayor, de Revolver:



Fue el mismo profesor que me descubrió a Larra, a Bécquer, a Espronceda, a Miguel Hernández y a tantos otros de los que tanto he aprendido Ese mismo año tuve una asignatura nueva: Ética. Fue el año en que leí: Un mundo feliz de Aldous Huxley, y Ética para Amador de Fernando Savater.

Ese verano me fui por primera vez a Inglaterra y no a un Londres lleno de españoles, sino a un pueblecito perdido del condado de Kent, Orpington. Allí aprendí a sacarme las castañas del fuego en un idioma que no era el mío. Y la verdad es que algo empezó a cambiar. A veces para valorar lo que tienes en casa tienes que irte lejos y mirarlo desde otra perspectiva. A veces es necesario echar de menos las cosas para saber el valor verdadero que tienen para ti.

Al año siguiente la Ruta. Eso sí que era disciplina militar en toda regla, y no sólo porque a veces durmiéramos en campamentos militares, que también. Cada mañana a las 5:30, Jesús Luna nos despertaba con la frasecita: “Trilorí, trilorá, que bonito es despertar, y decir con alegría, buenos días, tía María”. Grupos pares al desayuno, impares a las duchas. Todos queríamos desayunar, porque al final lo que prima es el hambre, por encima de cualquier otro instinto… Así que si hacía falta decíamos que éramos pares o impares según el día, y si no te pillaban igual desayunabas dos días seguidos… Las duchas eran manguerazos de los bomberos con un agua helada. Luego a hacer marchas, talleres, conferencias, montar el campamento al sitio donde durmiéramos esa noche. Y en los ratos libres a lavar con jabón de lagarto, las 3 camisetas que nos daban para ese mes y medio. Si alguien la cagaba, el grupo entero estaba castigado. De verdad que ha sido de las mejores cosas que he hecho en mi vida. Definitivamente, creo que como dice la canción ese fue el verano en que me hice mayor:



Y dadas las circunstancias, no soy yo quien para dar lecciones de educación a nadie. A mí al final no me salió tan mal, quien iba a decirlo. Creo que un “NO” también educa, aunque lo fácil es decir que sí a todo y evitar rabietas. Al final las personas nos acostumbramos a todo, y no está mal aprender a valorar lo que se tiene. En cuanto a los profesores, creo que con más de 30 alumnos a veces, es muy difícil poder dedicarle el tiempo necesario a esos alumnos tocapelotas que necesitan ser incentivados. Y eso que yo acabé yendo a la olimpiada física y a la química. Gracias a otra de las grandes de mi instituto, que hasta nos llevó a la facultad de químicas a hacer experimentos, donde ella era catedrática de Química-física.

En fin, seguiremos haciendo el camino...

4 comentarios:

  1. Entre los profesores hay de todo. Incluso nosotros mismos no seremos los mismos profesores con 30, 40 o 50 años. Cambiaremos y transmitiremos cosas distintas. Nos habrán dejado de apasionar unas y otras cobrarán nuevas fuerzas. Según se ve por el sistema que tenemos la educación se encuentra en mínimos históricos y repartir ordenadores sin una base de refuerzo de la autoridad docente, una reduccion de la ratio o una dotación suficiente hace que cualquier medida sea una gilipollez.
    Verdaderamente la educación ha tocado fondo, se encuentra en su momento más bajo. Ahora somos libres para ofrecer soluciones. Otra cosa es que nos hagan caso los políticos.

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  2. jooo... me ha encantado tu entrada!! Jajaja, si es que siempre has sido una mujer de armas tomar... ;-)

    Me ha dicho mi chico que te ha visto hoy. A ver si un día salgo d la biblio y te veo!!

    Muuuaks!

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  3. Fran, que voy a decirte... Sé que a ti soluciones no te faltan. Estoy muy de acuerdo con lo que dices y por lo que he leido en tu blog veo que soluciones no te faltan. Ánimo con ellas.

    Guapa, a ver si sales y te relajas un ratillo, que aún queda mucho por delante... Mañana seguramente vaya a estudiar a la facultad por la tarde, así que a ver si nos vemos. Un abrazo. Por cierto me encanta tu blog poético-literario.

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  4. Después de todo lo que cuentas, me pareces casi un milagro!! O quizá eres la prueba de que cuando se tiene un objetivo muy claro y una gran determinación se puede conseguir casi todo. Y es que, además de los problemas de disciplina que pueda haber en la educación hoy (y que los hay, muchos) creo que a muchos chavales les falta una meta a la que llegar. ¿Cómo motivarlos? Esa ya es otra cuestión...
    Besos

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