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lunes, 12 de julio de 2010

Mis dos primeras guardias...

Voy a empezar esta entrada respondiendo una pregunta del marinero del servicio, que sé que suele quedarse varado de vez en cuando en estos mares. Sí, me sigue gustando esto. Nadie dijo que fuera fácil, no soy de las que se vienen abajo en los primeros golpes. Esto que hacemos es más grande que tú o que yo, aunque a veces sea capaz de echar abajo las morales más altas.

http://www.youtube.com/watch?v=17cCf7vYerE&feature=related

Después de esta introducción, entenderéis que la de ayer no fue desde luego una guardia fácil. No como la del viernes, en la que dormí como un bebé sin que el busca sonara en toda la noche. Ayer la guardia empezó ya fea. Un par de casos complicados, y un goteo constante a la urgencia, que nosotros pensábamos que era la gente que quería estar libre por la tarde para ver el partido. Pensábamos que sería una guardia tranquila hasta que el mundial se decidiera. Pensábamos ver el partido con los colegas de anestesia y unas pizzas o la deliciosa comida que algún marinero había traído de casa. Todo eso pensábamos... Y por supuesto, como siempre que uno tiene una idea preconcebida de algo, la realidad no tuvo absolutamente nada que ver. Por hacer un breve resumen, os cuento que mientras el árbitro pitaba para anunciar el comienzo del partido, estábamos informando a la familia de un paciente que sin cirugía, no tenía posibilidades de sobrevivir, y con ella probablemente tampoco, y pidiéndoles que decidieran rápidamente lo que fuera, porque no teníamos tiempo que perder. Como la decisión fue a favor de la cirugía, corrimos lo que pudimos para entrar en quirófano, donde mientras seguíamos navegando entre intestinos recibimos la llamada que nos anunció el gol de Iniesta y que la copa del mundo era nuestra. Al final la cirugía se pudo hacer, porque al entrar no estaba muy claro, y después hasta pudimos comer algo antes de seguir con la batalla.



Después del partido recibimos refuerzos de nuestros mayores que se ofrecieron a hacer la siguiente cirugía de urgencia, y así nos sentamos unos 15 minutos antes de volver al box de cirugía. A eso de las 3 y algo, después de aguantar algún que otro borracho, que ya empezaban a llegar, nos fuimos a dormir un poco. Por supuesto que a la media hora sonó del nuevo el busca, para ir a coser a otro que se había pegado. Y me vi a las 4 y pico de la mañana haciendo una historia clínica en inglés porque el colega no hablaba ni papa de español y encima iba más pedo que Alfredo. Es uno de estos momentos en la vida en los que te preguntas como coño has llegado hasta esa situación. Y claro, luego viene el famoso y archiconocido síndrome del "poyaque" que como bien sabéis consiste, en "Po ya que estás aquí, valórame a este chico que le duele la fosa iliaca derecha y el testículo". Vamos que el chico tenía un dolor de tres pares, pero como le dije a la internista, si era una apendicitis no se parecía a ninguna que yo haya visto (que es cierto que no soy experta en el tema, pero algo voy aprendiendo), y eso unido a que tenía un cordón fibroso en el testículo y una tumoración, y un dolor como si le hubieran pegado una patada pues me hizo recomendarle que llamara al urólogo de guardia, y claro, como me pidió que se lo escribiera, pues se lo escribí: "Recomiendo valoración por urólogo de guardia para filiar el origen del cuadro, si se descarta patología urológica avisar de nuevo". Y ya que estaba me quedé porque tenía mis dudas de que aquello no fuera una torsión, así que lo vi con el jefe de uro, que hizo un diagnóstico de sospecha de epididimitis y pidió una eco por si fuera una torsión. Me fui de nuevo a la cama a eso de las 6. Imposible pegar ojo, a las 8:15 han llamado de nuevo por un pleure-vac, y a empezar el día.

El miércoles nueva guardia... ¿Será de cal o de arena?

2 comentarios:

  1. Venga ánimo!!!!!!!!!

    Siempre hay guardias y guardias, pero recuerda que siempre acaba saliendo el sol! (by mis Rs mayores)

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