Si desde mi tren a 200 km/h miro a un pasajero del tren que viaja en paralelo al mío a la misma velocidad, tendré la sensación de que ninguno de los dos nos movemos... Si miro a las montañas me parecerá que voy rápido, y si desde mi bicicleta voy mirando el mismo tren me parecerá que avanzo despacio, mientras que si miro o otro tren que va en dirección opuesta la sensación de velocidad será máxima. Eso lo sabemos todos por experiencia y porque es materia básica en la escuela.
Pero...¿Es lo único que es relativo? La respuesta es sencilla: No. A veces sólo me doy cuenta del ruido que había cuando la nevera deja de funcionar un rato. A veces sólo me doy cuenta de lo mal que huele cuando tengo que salir del box y volver a entrar.
Nuestros sentidos nos protegen... A veces sólo están ahí para alertarnos de los cambios. Por eso quizás dormimos más tranquilos en una casa ruidosa conocida que en un sitio extraño pacífico.
Por eso lo mejor es no compararse más que con uno mismo.
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