The thing is that if you have to ask yourself this question, maybe you’re not done for leadership. Being a leader, can be improved, but definitely is more about nature than nurture.
Then… What means to be a leader? In my humble opinion, Its not about winning (only), It is necessary to get the faith of other people in the matter that matters you. Make people to believe in you and your convictions. You need to make possible for your team to do their best while they are happy doing it. Try to know about the goals of your team, and make them easier whenever you can.
If you want to have success as a leader, You’d better pick a job in which you are excellent, and that makes you feel happy. Otherwise you won’t be able to make people to sincerely follow you. If you want to have people running a marathon with you, you’ll need to be capable of running it yourself.
You can’t be stopped. A good leader is trying to improve whatever is being done even in the most insignificant details. And of course, you need to be a good back up for each member of the team in case it is needed. Building trust is essential to run a successful team.
Think yourself if you are doing your best and if you’ve picked your best field. If both answer are positive and you don’t feel as the leader that you feel you should be, either you’re in the wrong place, or maybe you are better as a follower.
Hace poco hemos participado escribiendo un capítulo para la Asociación Española de Cirujanos, que entre otras cosas habla sobre las lesiones por presión. Como me parece que puede ser útil a alguno de los que caminan por aquí, os subo la tabla resumen. No está todo lo que es, pero es todo lo que está. Espero que os sea de utilidad:
Sin duda alguna el que debería responder a esta pregunta es alguno de los inmigrantes que viven en España a día de hoy. Mi opinión personal es que sí, que lo somos y mucho. Aunque estoy segura que más de uno se escandalizara al leer esto, y muchos sonreirán orgullosos (en la soledad de hacerlo frente a la pantalla de un PC).
Hace una semana hablaba con una amiga mía a la que le encanta viajar, y cuya lengua materna es el español. Alguien le preguntaba si había ido alguna vez a España, y como persona educada que es, me miró como pidiéndome perdón por lo que iba a decir a continuación. Si bien, no me resulto un comentario nuevo, para mi desgracia. La respuesta siguiente fue que le habían contado que en España tratan mal a la gente que es como ella. Que somos racistas. Que conoce a gente que ha estado ahí, y que no le gusta lo que le han contado. El interlocutor, nacido en China y crecido desde los 8 años en EEUU, me miraba con cara de incredulidad. Supongo que a pesar de mi cara caucásica, no veía mucha diferencia entre las dos. Y sinceramente yo tampoco. He nacido en Europa, pero como le leí el otro día a Alejandro Sanz, me siento mucho más identificada con Latinoamérica que con Suiza, Finlandia, Alemania o Dinamarca.
Y ahora, me pongo a pensar todas las cosas que he visto en España que les pasaba a mis compañeros americanos de residencia, y no me queda por otra que vergonzosa y desgraciadamente darles la razón. Recuerdo algún residente que no quería sentarse a comer en la mesa de cirugía. Y llegó un día que yo misma dejé de hacerlo porque no me sentía cómoda ante determinados comentarios. Por supuesto no es el 100% de la población, pero en mi experiencia personal es mayoritario y muy desagradable. Y lo peor de todo es que la mayoría de las veces ya se hace de manera inconsciente. Alguno no me creerá, pero uno de mis compañeros acabó por comprarse un coche, sólo porque cada vez que entraba al metro le pedían la documentación. A veces varias veces en un trayecto. Su único delito era su color de piel. También recuerdo el apodo que usaban con algún otro compañero, al que por cierto nunca le escuche quejarse de Harassment, aunque bien podría haberlo hecho.
Por otra parte, quiero pensar que España estuvo cerrada al exterior por 40 años, y que de alguna manera eso pasa factura. Aún recuerdo al único negro que había en Ciudad Real cuando yo era niña. Era cardiólogo y todos le conocían. Un poco parecido a cuando llegamos un grupo de ocho blancos a Benín, y los niños venían corriendo a ver si éramos de la misma especie o estábamos enfermos mientras nos llamaban "Batures". Por supuesto, seguro que esto no le pasa a Will Smith, ni a Shakira, ni a Carlos Baute. Quiero pensar que es cuestión de tiempo que la gente abra su mente, que salga de su pequeño mundo y que lean libros.
Porque en mi opinión personal el racismo es sólo otro tipo de analfabetismo, y como todo lo demás se cura con un poco de cultura.
Hace 10 días me sorprendió la triste noticia de la muerte de una de esas personas que puedo decir que influyó de manera decisiva en mi vida. Qué difícil es eso en el mundo que vivimos hoy en día. Pero sí.
Miguel de la Quadra-Salcedo entre las muchas cosas meritorias que hizo en su vida, ideó el programa, que en mis tiempos se llamaba Ruta Quetzal BBVA, y creo que hoy tiene aún un nombre más publicitario. Yo tuve la suerte de recorrer en 2001 Ecuador, Perú y España, "En busca del Spondylus, el oro rojo de los Incas".
Pude compartir aventura con compañeros de muchos lugares del mundo. Recuerdo como si estuviera allí la plaza de Cajamarca y como el genial profesor Jose Antonio del Busto, ,hizo que pudiera ver a Atahualpa cargado a hombros de sus súbditos enfrentarse cara a cara con Pizarro, después de una escabechina que costó los brazos a todos los que le sujetaban el trono al Inca. Pareciera que estoy escuchándole, creo que nadie me había contado así nunca la historia hasta aquel día.
Pudimos celebrar juntos el plan binacional de paz entre Perú y Ecuador, comer melaza y caña de azúcar, jugar a la pelota nacional, montar al caballo de paso peruano, disfrutar los baños del Inca, celebrar el Inti Raimi, sentarnos en la mitad del mundo, bucear en el pacífico, dormir en el mismo Sipán, ver a las ballenas jorobadas de Salango, donde conocí a quien motiva esta entrada, montar en globo, recorrer por España la ruta del Emperador Carlos V, y saludar al entonces Rey Juan Carlos.
Con 16 años, salir de tu país y conocer a personas de todos los lugares del mundo, te hace ver las cosas de otra manera, te da una perspectiva diferente. Te cambia. Se lo recomiendo a cualquiera.
Gracias Miguel, por haber enriquecido la vida de tantos a una edad tan mágica. Por habernos dado tanto. D.E.P.
Si desde mi tren a 200 km/h miro a un pasajero del tren que viaja en paralelo al mío a la misma velocidad, tendré la sensación de que ninguno de los dos nos movemos... Si miro a las montañas me parecerá que voy rápido, y si desde mi bicicleta voy mirando el mismo tren me parecerá que avanzo despacio, mientras que si miro o otro tren que va en dirección opuesta la sensación de velocidad será máxima. Eso lo sabemos todos por experiencia y porque es materia básica en la escuela.
Pero...¿Es lo único que es relativo? La respuesta es sencilla: No. A veces sólo me doy cuenta del ruido que había cuando la nevera deja de funcionar un rato. A veces sólo me doy cuenta de lo mal que huele cuando tengo que salir del box y volver a entrar.
Nuestros sentidos nos protegen... A veces sólo están ahí para alertarnos de los cambios. Por eso quizás dormimos más tranquilos en una casa ruidosa conocida que en un sitio extraño pacífico.
Por eso lo mejor es no compararse más que con uno mismo.
