Si mañana nunca llega:
Hace dos siglos Benjamín Franklin reveló al mundo el secreto de su éxito, nunca dejes para mañana, dijo, lo que puedas hacer hoy. El descubrió la electricidad, la gente debería prestar atención a las cosas que dijo, no se porque siempre posponemos todo pero si tuviera que adivinarlo diría que tiene mucho que ver con el miedo, el miedo al fracaso, el miedo al dolor, el miedo al rechazo. A veces es miedo a tomar una decisión, porque y si te equivocas y si cometes un error sin solución. Sea lo que sea lo que nos da miedo, una cosa es cierta: cuando el dolor de no hacer algo es más insoportable que el miedo a hacerlo es como si cargáramos con un tumor gigante.
El pájaro mas rápido atrapará al gusano, una decisión a tiempo salvará vidas. Quien duda esta perdido, no podemos fingir que no nos lo dijeron, todos hemos odio los proverbios, a los filósofos, a nuestros abuelos advirtiéndonos sobre el tiempo perdido, hemos oído los poetas malditos instándonos a vivir el momento, aunque a veces debemos escucharnos a nosotros mismos. Debemos cometer nuestros propios errores, debemos aprender nuestras propias lecciones, debemos dejar las posibilidades de hoy bajo la alfombra del mañana hasta que no podamos mas, hasta que comprendamos por fin lo que Benjamín Franklin quería decir, que es mejor saber que preguntarse, que despertar es mejor que dormir y que fracasar o cometer un error enorme es mucho mejor que no haberlo intentado.
Mueve tus caderas
Recuerdas cuando eras pequeño que tu única preocupación era si te regalarían una bici para tu cumpleaños o si te dejarían desayunar galletas, ser adulto está sobrevalorado. No te dejes engañar por unos zapatos bonitos o por el sexo, o por no tener a tus padres diciéndote lo que debes hacer, ser adulto es una responsabilidad. La responsabilidad es un verdadero asco, verdaderamente es un asco. Los adultos siempre tienen mucho que hacer, ganarse la vida y pagar el alquiler, y si estas en practicas para ser un cirujano tienes que coger un corazón con tus propias manos. Eh! Estamos hablando de responsabilidades, esto hace que las bicis y las galletas sean muy apetecibles. Lo que más miedo me da de la responsabilidad es cuando lo estropeas todo y dejas que resbale de tus manos.
La responsabilidad es un verdadero asco, por desgracia cuando has pasado la época de los aparatos correctores, la responsabilidad se queda contigo, no puedes escapar, o alguien nos lo hace comprender o sufrimos las consecuencias, aunque la madurez tiene sus ventajas, me refiero a los zapatos bonitos al sexo a no tener padres diciéndote que hacer, eso esta muy bien.
La libertad y la responsabilidad van asociadas. El miedo paraliza, confrontarlo es la mejor manera de superarlo.
ResponderEliminarDesde pequeña quise ser nayor, me gusta ser adulto, me gusta la responsabilidad, cada vez me gusta más la vida, con lo bueno y con lo malo, si esto dura un suspiro, solo eso un suspiro.
Tampoco conviene dejarse llevar por la impaciencia, que es uno de mis defectos.