Veamos, lo que ha sido el día de hoy. Desde las 9 estaba despierta, a pesar de lo tarde que me acosté, aunque me he quedado en la cama hasta las 12. Resulta que el jueves vino el electricista, que además de cobrar 130€ (que por supuesto pagó la casera) entre otras cosas arregló la lámpara de mi cuarto. El caso es que para mi sorpresa, cuando se fue y yo me fui a dormir, tras apagar los dos interruptores, la bombilla parpadeaba...
Fenómenos paranormales, que me hicieron quitar la bombilla para irme a dormir. Total, cuando lo llamé para ver que podía ser, ya que aunque yo no entiendo mucho de electricidad por no decir que nada (tras unos cuantos calambrazos de pequeña les cogí bastante respeto a los cables), no me parecía muy normal aquello. Me dice que cambie el casquillo de la lampara (donde se encaja la bombilla) que seguramente sea porque no encajaba bien. Ya, pero... Digo yo que aunque no encaje bien si la bombilla si se enciende es porque el interrupctor (los dos que están conectados en serie) deja pasar algo de electricidad. Porque vamos, la energía se transforma, pero tiene que llegarle energía desde algún sitio... Al final, me dijo que a el que le contaba, que si no me funcionaba lo cambiara y que si seguía mal lo volviera a llamar (y volvería, cobrando lo correspondiente, claro).
Tras una larga conversación con mi padre, y un curso de electricidad telefónica, me dispuse a quitar la lámpara del techo, ya que el casquillo no podía desmontarse. Yo con mis guantes de goma (de fregar la cocina) no fuera a ser que me soltara un chispazo, destornillador en mano tijeras, otoscopio para alumbrar, aunque al final no quité los plomos y un cabreo interesante porque iba a acabar de hacer mi trabajo a las mil y quinientas, me subí a la escalera y me dispuse a quitarla. ¡A ver si una mierda de lámpara va a poder conmigo!
Cable azul, cable marrón... Por si acaso cogí un rotu y pinte cada parte de la regleta con su color correspondiente, no sé si pasa algo si los cambias, pero tampoco estaba interesada en saberlo. El caso es que allí estaban los cables, con más años que el sol, contactando entre ellos en la parte de arriba. ¿Será un corto? No están recubiertos de plástico sino de una especie de tela que nunca había visto, y el cobre no son muchos hilos, sino un alambre muy gordo, que es tan duro que me hace dudar de que sea cobre. Total, que como no tenía casquillo, y para comprar uno tenía que desmontar la lámpara pues allí que la desmonté gracias a los consejos de mi padre. Esta mañana no podía dormir porque pensaba que se me iba a pasar la hora y me iban a cerrar la ferretería. No es por la luz, que tengo otra en la mesita, es el hecho de no depender de otro para arreglar mis cosas, el poder hacerlo yo.
Como las averías nunca pasan solas, además se cayó la puerta de uno de los armarios de la cocina, así que ya he aprovechado y he comprado las bisagras. Ahora tengo luz en mi cuarto, y un armario menos precario. Este año estoy haciendo mucho brico. Hace poco una de mis compañeras trajo baldas para el salón, y allí estaba yo taladro en mano porque nadie más sabía usarlo. Quedaron perfectas, ajustadas al milímetro. Otro día me iba a casa (CReal) cuando se me cayó la barra del armario, otra carrera a la ferretería. La verdad es que cuando acabas en trabajo, es una sensación de satisfacción, que merece la pena experimentar de vez en cuando. Se la recomiendo a todo el mundo.
Al fin y al cabo ¿Quién necesita un electricista? Jops, es que si un cirujano se deja algo dentro de alguien, no le dice ¿Y a mí que me cuentas? Y además no vuelve a cobrar por arreglarlo, muy al contrario, tiene que pagarle una indemnización millonaria. Lástima que no todos los trabajadores tengan el mismo sentido de la responsabilidad.
Jajajaja me recuerda a mis andanzas el año pasado en la precaria casa napolitana... madre mía que tiempos aquellos, sobre todo el momento de poner un clavo para el calendario de adviento ese típico de las chocolatinas y que nos quedásemos sin luz de repente por el cortocircuito que provoqué.
ResponderEliminarBueno a todo se sobrevive: 2 inundaciones, 1 corto más y un pseudo-incendio y todo solucionado. La verdad es lo que dices cuando terminas hay una satisfacción enorme, cuando se nos inundó el baño la segunda vez pensamos que era el bote sifónico (cosa que no saía muy bien lo que era al principio) pero con la ayuda de la wikipedia lo arreglamos!!!! Ahí estábamos mi compi de piso y yo saltando de alegría hasta que vino el vecino de abajo diciendo que le habíamos calado la casa por segunda vez en una semana... jajaja
Parece que te ha cundido el finde: has acabao el trabajo y además haces bricolaje!!! Por cierto, tu blog lo está petando: vas a superar 1000 visitas en 1 mes! tú sigue escribiendo que mola mazo!.
Nos vemos!
PD: te dejo a Christian (el de bricomanía) con su obra más emblemática, CUANDO HIZO LA PISCINA!!!!!!!!!:
http://es.youtube.com/watch?v=LpdVoWya_08
Que grande Christian, que se hace media piscina en 10 minutos y mientras te enseña a cortar metal. Tengo tanto que aprender....
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