La libertad académica o libertad de cátedra es:
"La libertad de enseñar y debatir sin verse limitado por doctrinas instituidas, la libertad de llevar a cabo investigaciones y difundir y publicar los resultados de las mismas, la libertad de expresar libremente la propia opinión sobre la institución o el sistema en el que se trabaja, la libertad ante la censura institucional y la libertad de participar en órganos profesionales u organizaciones académicas representativas. Todo el personal docente de la enseñanza superior deberá poder ejercer sus funciones sin sufrir discriminación alguna y sin temor a represión por parte del Estado o de cualquier otra instancia"
Texto tomado, con modificaciones menores, de la "Recomendación relativa a la condición del personal docente de la enseñanza superior de 1997", que cuenta con el consenso de las 190 naciones que integran la UNESCO, recomendación abreviada de aquí en más como RRCPDES/97[1] .
La entrada anterior está sacada de wikipedia. Quería hacer una pequeña reflexión sobre la libertad de cátedra de la universidad. No es que me parezca mal que cada uno exprese sus opiniones sobre cualquier tema, de hecho así debería ser. Se supone que en la Universidad estás enseñando a personas adultas y que cada uno tiene más o menos su visión del mundo en la que poco puedes influir. El hecho, es que muchas veces hablas a los alumnos de un tema del que no saben nada hasta ese momento. Muchas veces nos resulta dífícil diferenciar cuando lo que estamos escuchando es fruto de la opinión personal de quién nos lo dice, o cuando está fundamentado por lo que conocemos como MBE (Medicina Basada en la Evidencia), o sea con criterios objetivos valorables.
Hoy he ido a consultar a dos de los ginécologos que nos dieron clase (ha dado la casualidad de que he ido a ver a uno y estaban dos de ellos), por un problema clínico de mi madre, a la que por una metrorragia de casi dos meses de evolución, a la que practicaron un legrado tras una bajada a 7 ptos de Hb su ginecólogo le ha dicho que la mejor opción a su problema es usar un DIU nuevo que se llama Mirena. Por lo visto está recubierto de progesterona y funciona muy bien en estos casos. El caso es algo más complejo, pero este es el resumen más o menos. Anoche me llamó para preguntarme que hacía. La verdad es que yo salí de cuarto curso con la idea de que el DIU no era bueno para nada. Que poco más y debería estar proscrito. El argumento es que como método anticonceptivo no evita la fecundación, sino que evita la implantación, con lo que estaríamos hablando de un método abortivo. Por otra parte nos subrayaron mucho la incidencia de efectos adversos, producto de la inflamación local del útero, incuyendo entre estos la perforación del mismo o Infecciones ascendentes y la esterilidad por destrucción del endometrio tras largo tiempo de utilización.
Estos motivos hicieron que la indicación me resultara poco clara, aunque cómo le dije a ella, si él que es el experto, te lo ha mandado, por algo será. El caso es que como me pidió que lo preguntara pues lo he hecho, y aunque me han dicho que seguramente fuera la solución al problema, y que está llendo muy bien, he abierto un intenso debate entre los dos que allí estaban reunidos. Uno de ellos, apoyándose en ensayos clínicos me ha dicho que no estaba demostrado que fuera abortivo, porque se habían estudiado mujeres con DIU, para ver si sintetizaban BHCG, Hormona que en mujeres se usa para diagnosticar embarazo, y que estos niveles no subían. El otro que los niveles no subían si no existía implantación, pero que no quería decir que no hubiera fecundación. En un momento dado el primero le ha dicho al segundo que no podía afirmar esas cosas en clase porque no estaban demostradas, y cuando el segundo le ha dicho que sí que podía, la respuesta del primero ha sido, claro, puedes porque hay libertad de cátedra.
Mi opinión es que deberían especificar en clase cuando se habla de impresiones personales y cuando de hechos. Como en la tele cuando anuncian algo dentro de un programa, que sale el cartelito de publicidad y si quieres lo compras. La verdad es que no sé si alguna vez indicaré un DIU, no creo que lo haga como anticonceptivo, porque creo que hay otros mejores, y para tratar metrorragias, pues leeré toda la literatura que pueda para formarme una opinión propia y luego ya veremos.
Qué chulo que hayas empezado un blog!!!. Lo seguiré de cerca :)
ResponderEliminarPues si, lo de la libertad de catedra es un poco fuerte. Es increíble ver que en dos facultades de medicina distintas se den cosas distintas. ¿Acaso la cardiología es distinta en cada hospital?. Pues si... Según los medios que se tenga, se da más importancia a una cosa u otra. Entonces te das cuenta de que todo lo que estudiamos tiene una utilidad limitada y te terminas dando cuenta que, hasta que no ejerces como médico en un sitio y haciendo una especialidad concreta, sabes de todo (lo que ten han querido enseñar unos) pero en el fondo casi no sabes nada. Por eso lo mejor es estudiar de los libros y hacerte tu propio esquema de las cosas. Como eso, por falta de tiempo, es imposible pues iremos tirando hasta que terminemos y luego dejaremos volar nuestras mentes.
Ánimo guapa que estás en la recta final.
La primera vez que tomé conciencia de que en la Universidad no iba a aprender las verdades absolutas que yo esperaba fue en clase de Bioética, en 2º curso. Nos planteaban casos límite (ejemplo típico: el testigo de Jehová que necesita transfusión urgente) y le preguntábamos al profesor, con perdón por la expresión, acojonados: "¿Y qué hacemos?". Por fin un día nos dijo: "Eso lo verán ustedes, mi función es plantearles los problemas, y distintos puntos de vista del tema". La responsabilidad que siente uno es enorme, pero es lo que nos toca en una profesión en la que nadie desde arriba nos dicta la mayoría de las normas. Cuando vas a la secretaría por cualquier problema administrativo, enseguida que te sales un poco del protocolo se bloquean, y no saben reaccionar. No es eso lo que se espera de nuestros profesionales, afortunadamente.
ResponderEliminarCreo que el mismo profesor nos dijo otra gran frase: "La medicina es el arte de tomar decisiones en la incertidumbre".
Condidero un error esperar tanto de los profesores y lo que puedan aportarnos. Ellos son nuestros tutores en esto de dirigir el aprendidaje de una materia, por ejemplo Ginecología. Lo que opinen o dejen de opinar, allá ellos. Es nuestra responsabilidad a través de libros, artículos, internet, lo que sea, encontrar la nuestra.
¿Cuál es el problema? Que debido al amplio volumen de información que podríamos recopilar, es imposible compaginar el aprendizaje como debe de ser con el objetivo utilitario, que en nuestro caso es aprobar la asignatura para obtener el título y poder trabajar en el sistema. Estudiamos lo que se nos dice en clase, y a otra cosa inmediatamente. Y ese nunca fue el objetivo de la Universidad, por eso los profesores no se cansan de decirnos que miremos los libros.
Como ya sabemos, en Medicina la formación es contínua. Por eso, como dice Conchi, ya nos llegará el momento de aprender lo que necesitemos de verdad.
Y además yo creo que cuanto más se profundiza en un tema, menos afirmaciones taxativas encuentras. Todo es blanco o negro con un intervalo de confianza del 95% y con una p en el mejor de lo casos menor de 0,05.
Es lo que hay.
Suerte en tu recta final de la carrera, y ánimo con 6º, sobre todo el segundo cuatrimestre es durillo, pero todo pasa. Un abrazo!
Hola Conchi, un placer tenerte por aquí, la verdad es que la Complu perdió mucho dejándote escapar. Espero que en Alcalá seas mucho más feliz, porque estoy segura de que serás una gran médico muy pronto.
ResponderEliminarBienvenida Cleo, gracias por participar. Puede que sea un fallo esperar tanto de los profesores, desde mi punto de vista aprender debería ser proporcional a la nota, y por desgracia eso no es así muchas veces. Al final uno estudia diferente cuando lo que quiere es pasar un examen que cuando piensa en aplicar los conocimientos a un paciente.
Había pensado hablar en este blog sobre las asignaturas por las que he pasado en la carrera, y la verdad es que ya que la has nombrado, bioética ha sido una de las más interesantes para mí. Haré una entrada sobre ello.
En cuánto a la Gine, pues manda mucho lo que opine el catedrático, y no sólo en el área de docencia, también en el área asistencial. En mi hospital, por lo menos cuando yo roté por ese servicio, no se recetaba ni se administraba la píldora del día después, porque el catedrático tiene motivos éticos para estar en contra. No sé hasta que punto eso es o debería ser legal. El caso es que en mi primera guardia casi decidí que nunca sería gine, porque vinieron a la urgencia 3 chicas, la primera de 14, y las 2 siguientes con 17 cada una, a que les practicaran su 3 y 4 legrados por IVE. Cerca del hospital hay una mafia que trafica con un fármaco, del que no daré datos porque nunca se sabe quién te puede estar leyendo, cuyo principio activo dilata el cuello del útero provocando el descenso del feto. Creo que si mide más de 10cm hay que declararlo legalmente, así que el feto lo tiran vete a saber donde, y vienen porque la placenta sigue adherida al útero y sangrando. Cómo no es la primera vez, pues ya vienen pidiendo el legrado por que se desangran. A veces incluso quedan restos de la pastilla y te siguen jurando que no han hecho nada para abortar.
Eso me hace plantearme si no es más ético dar la pídora del día después que llegar a ese punto. Y es que como ya dije en otro blog, pienso que hay gente que no debería tener hijos, porque para hacerlos vale cualquiera, pero es que después hay que criarlos.
La gine, bueno la obstetricia más bien, es de esas especialidades que cuando se da bien es lo más bonito del mundo, pero cuando es fea, es demasiado fea.
La libertad de Cátedra es así. La Universidad además tiene 3 tipos de profesores actualmente:
ResponderEliminar- Los catedráticos apalancados en sus asientos. Muchos de los cuales sí que se han preocupado de seguir estudiando y reciclándose; y otros que siguen enseñando lo mismo año tras año... sin acudir asiduamente a la Medicina Basada en la Evidencia o solo la que les interesa.
- Los profesores titulares: aquellos que aspiran a la cátedra indefinidamente y que quién sabe si alguno la obtendrá.
- El pringao de turno que le mandan a que te de la clase y que va todo ilusionado, te vomita el Power Point y tan agusto.
La docencia es un tema espinoso hoy en día. Creo que las clases se llenan cuando el profesor que imparte la asignatura consigue no sólo darte el tema del día, sino también aportar datos de su práctica diaria, anécdotas, ejemplos,... la medicina es una ciencia que combina precisamente lo teórico (las libros, artículos, conclusiones de congresos,...) con lo cotidiano, lo empírico.
Tenemos catedráticos viejunos para que nos hablen de las últimas novedades, los últimos estudios,... pero también para que sus años de experiencia arrojen alguna luz sobre determinados temas. Y precisamente desde mi punto de vista es esto lo que falla: los profesores no ven la docencia como una extensión de su carrera, lo que nosotros podamos aprender es un legado que no se puede pagar; pero todo aquello que no consigan transmitir, todo ese saber morira y caerá en el olvido. Una lástima pero una realidad.
Muy acertado este comentario, Cris. Siempre he pensado que la docencia debería ser tan vocacional como la medicina, el ejército y el sacerdocio. Es que a veces no son conscientes de lo que pueden influir en nosotros. A el que no le guste transmitir, puede ganar dinero de otras formas. Lo mejor de esta carrera no me lo han enseñado los libros. Si fuera así existiría medicina en la UNED.
ResponderEliminar