Voy a compartir una opinión muy personal sobre los diferentes especialistas en medicina y cirugía que he ido encontrando a lo largo de la carrera. Es una teoría que he ido forjando con el paso de los años, y como digo, es mi opinión, no tiene porque ser la verdad.
La conclusión final a esta teoría, al menos de momento, la saqué el día que nos hicimos las fotos de la orla de fin de carrera. Resulta que ese día, ibámos todas (y todos) monísimas. Parecíamos de un colegio de niños bien, con la camisa blanca para ponernos la corbata y algunas hasta habían ido a la peluquería y llevaban un maquillaje especial.
Ese día íbamos por el pasillo del hospital y nos saludaban la mayoría de los médicos con los que alguna vez habíamos rotado. Algunos hasta te daban los buenos días y todo.
Así contado no tiene ningún misterio, sino fuera porque el resto de los días nos volvemos invisibles. A ver, yo no pido que recuerden los nombres de todos los estudiantes que pasamos por allí, aunque cuando has estado 3 meses todas las mañanas con el mismo médico, pues no estaría mal, la verdad. El caso es que es un poco frustrante encontrarte con algunos especialistas al día siguiente de acabar tu rotación y que no se acuerden de tu cara. Esto es especialmente reseñable dentro de algunos servicios y aquí tengo que hacer una crítica a mis dos especialidades favoritas, que son como bien sabeis la cardio y la cirugía y otra a la que por mi falta de paciencia no creo que me dedique nunca, la psiquiatría.
Mi teoría sobre esto, no es que se vuelvan amnésicos de repente. Cosa difícil en gente que tiene cierto nivel de inteligencia. Yo creo que es que algunos especialistas tienen una aureola a su alrededor (como la de los santos) y les hace brillar más que al resto. Entonces no es que no se acuerden de ti, es que como no brillas como ellos, no te prestan atención y pasas a su lado como el mobiliario del hospital. Cuando ven otra aureola levantan la cabeza y la saludan, porque también brilla y la ven. Esto es especialmente reseñable entre los R mayores, que están con el ego subido porque les meten en la cabeza que estén dónde estén, están en el mejor sitio del mundo haciendo la mejor especialidad del mundo. Así es como empiezan a brillar.
Por suerte, yo he dado con especialistas muy buenos que a su vez eran humildes y que hasta se acercan a saludar si tú nos has visto. Y luego están casos como Chon (Dra Nieto) que hasta se sienta a comer contigo y te habla de tú a tú. Y algún cirujano que te invita a café mientras te cuenta como se hace un Billroth (que grande el Dr Ramos), algunos que salen en la tele y todo y hasta se acuerdan de tu cara y te dicen "hola" si te ven por el pasillo y si das con ellos en un quirófano hasta se preocupan por hacerte ver, y por si no lo habeis descubierto esto lo digo por Mayol, que tener mucha confianza en uno mismo no significa ser un capullo. Tmb los hay como Falahat (el profesor más votado por los alumnos para la orla) que si no lo has visto te saluda y te ofrece la mejor de sus sonrisas y que trata a sus pacientes de la forma más humana posible. De los anestesistas no digo nada, porque si no te ven es porque están trasladando a un paciente y van ocupados, pero normalmente son los más simpáticos en el hospital.
En definitiva, que especialistas los hay de muchos tipos, tantos como personas, pero que un poco de cortesía se agradece de vez en cuando. Aunque no se tenga aureola. Sé que si alguna vez me sale me la quitará mi padre de una colleja. Hay que tener siempre los pies en el suelo. Por muy alto que se vuele.
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